domingo, 15 de noviembre de 2015

LO BUENO DENTRO DE LO MALO

Sapiencia y paciencia, dos cualidades necesarias para desentrañar los vaivenes de las estadísticas educativas del estado y del país. Antes se festinaban los resultados de pruebas como ENLACE, Querétaro aparecía sistemáticamente entre los 3 primeros lugares muy por encima del promedio nacional. Dentro de lo malo no estábamos tan peor, ese parecía ser el mensaje. Después, todavía podíamos celebrar estar entre los 5 primeros, pero ahora ya no hay tanto festejo, todo apunta a lo que señalamos hace meses si no es que años, se advertía una paulatina pero consistente tendencia a la baja, habría que comprobarlo. Dicen que la nueva prueba llamada PLANEA —Plan Nacional para la Evaluación de los Aprendizajes— no es comparable con la anterior, asumiendo que eso sea cierto, las comparaciones sí pueden hacerse al interior de la misma puesto que en todos los estados se aplicó, supuestamente, el mismo instrumento, al mismo tiempo y en condiciones similares. Bueno pues, para este 2015 los resultados son los siguientes para Querétaro. En lenguaje y comunicación para los alumnos evaluados cuando cursaban el sexto año de primaria, sumando los de los niveles 3 y 4 que serían los más deseables porque implican: “NIVEL IV Comprenden textos argumentativos como artículos de opinión. NIVEL III Realizan inferencias, como interpretar el sentido de una metáfora en una fábula”; quedamos en noveno lugar con 16.8 (nivel III) y 3.3 (nivel IV) por ciento respectivamente, lo que parecería indicar que apenas el 2 de cada 10 niños queretanos en este nivel tienen un desempeño adecuado, los otros 8 ni cómo defenderse. La misma SEP advierte que la forma en que están organizados los datos pudiera estar sesgada, por lo que manejando la misma en intervalos de confianza de 95 por ciento, quedaríamos en séptimo lugar. Antes de seguir hay que advertir que todos los datos son citados de: http://planea.sep.gob.mx/content/general/docs/2015/difusion_resultados/1_Resultados_nacionales_Planea_2015.pdf Sigamos pues. En matemáticas, con la organización de datos del párrafo anterior aparecemos en octavo lugar, donde los niños queretanos de sexto de primaria pueden: “Nivel IV Resuelven problemas aditivos con números naturales, decimales y fraccionarios. Resuelven problemas de aplicación de áreas. Resuelven problemas que implican calcular promedios y medianas, y comparar razones. Nivel III Resuelven problemas aritméticos con números naturales o decimales. Resuelven problemas de aplicación de perímetros”; con 15.2 (nivel III) y 7.7 (nivel IV) por ciento respectivamente, casi 3 de cada 10 mostró un desempeño adecuado. Los otros 7 están muy rezagados. Pasando a los resultados de los alumnos que estaban en tercero de secundaria, en lenguaje y comunicación, los queretanos estamos, todavía, entre los mejores. Ya que en los niveles 3 y 4 que logran: “NIVEL IV Identifican secuencias argumentativas y valoran sus fundamentos en un ensayo, un artículo de opinión y un debate. NIVEL III Interpretan hechos, identifican valores y comparan el tratamiento de un mismo tema en dos relatos. Comparan géneros periodísticos”; aparecemos en cuarto lugar con 21.9 (nivel III) y 8.0 (nivel IV) respectivamente, lo que indicaría que 3 de cada 10 tienen un desempeño significativamente bueno. Ya con intervalos de confianza del 95 por ciento subimos al tercer lugar nacional, sólo detrás del Distrito Federal y Puebla. En matemáticas para el mismo tercero de secundaria: “Nivel IV Multiplican expresiones algebraicas. Resuelven problemas que implican números fraccionarios y decimales (combinados). Resuelven problemas que implican sistemas de ecuaciones. Calculan el área de sectores circulares, y el volumen de cuerpos redondos. Nivel III Resuelven problemas con números fraccionarios, con signo o potencias de números naturales. Suman o restan expresiones algebraicas”, andamos en el tercer lugar con porcentajes de 10.7 (nivel III) y 4.1 (nivel IV), sólo detrás de Puebla y el D.F. en ese orden, lo que significa que apenas 1 de cada 6 tiene un desempeño adecuado a su edad y nivel educativo. El documento citado permite otras comparaciones, en todo el país por ejemplo, para sexto de primaria en lenguaje y comunicación las niñas tienen mejores resultados que los niños en los niveles III y IV: 13.9 por ciento para los niños y 20.7 para las niñas. En matemáticas 19.9 por ciento para los niños y 21.4 para las niñas. En tercero de secundaria para lenguaje y comunicación, los hombres tienen un 24.5 por ciento, mientras las mujeres 28.4; en matemáticas los hombres alcanzan el 11.8 por ciento y las mujeres el 9.5. Pero la desigualdad asoma de forma terrible, el espacio no alcanza pero basta señalar que se encuentran datos que sustentan que entre mayor es el nivel de marginación peores son los resultados deseables o esperados. Por ejemplo, para lenguaje y comunicación según el tipo de escuela: “La diferencia en el nivel 1 entre escuelas privadas e indígenas es de 66.7 %”; para matemáticas en tercero de secundaria “La diferencia en el nivel 1 entre escuelas privadas y comunitarias es de 44.5 %”. La conclusión respecto de estos datos apunta a que el sistema educativo nacional no está aminorando las desigualdades sociales, sino que las está incrementando y “normalizando”, y así no sirve, al menos para las mayorías. Se plantea una hipótesis a comprobar y para ello se incluyeron 30 reactivos: cómo impactan las habilidades para la convivencia escolar en los resultados de la prueba PLANEA, por lo que se pretende medir aspectos como la solidaridad, el manejo de conflictos, el respeto y la armonía, las actitudes hacia los compañeros, la percepción de apoyo de compañeros y otras variables. A ver si le podemos dar la vuelta a la desigualdad construyendo ambientes de aprendizaje adecuados por lo que: “La evaluación de las habilidades para la convivencia escolar se aplicó en 2015, junto con las pruebas de aprendizaje. Los resultados se están analizando y se darán a conocer en el primer informe de Planea, a principios de 2016. Se espera que estos resultados ayuden a tener una mayor comprensión de las capacidades que tienen los estudiantes para crear buenos ambientes de aprendizaje en los centros escolares. Los resultados también serán de utilidad para informar a las escuelas sobre áreas de oportunidad en este tipo de habilidades socio-emocionales.” Como sea, se ve que urge un cambio, el problema es que la propuesta oficial sigue sin convencer y provocando resistencias.

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