viernes, 19 de julio de 2013

TEMAS ARTICULADOS

De repente los temas se amontonan, parece que están al acecho tratando de aprovechar una distracción para pasar desapercibidos, como si la falta de atención los alimentara para fortalecerse y saltar después, con una fuerza arrolladora que no diera oportunidad de reflexión y que sea inevitable aceptar una sola interpretación. Afortunadamente hay ejes que permiten agruparlos y ofrecer un punto de vista breve, pero alternativo a los mayoritariamente existentes. La importancia de la detención del Z-40, el supuesto jefe del fragmentado brazo armado del narcotráfico tiene múltiples lecturas, una de ellas, por demás interesante, la dio hace años Carlos Montemayor ─Militarización y procesos globales, Junio 2007, en La guerrilla recurrente editado por Grijalbo-Proceso, 2013─ para el autor el narcotráfico «no es un proceso uniforme, sino múltiple; no es ubicable en una sola zona, sino en muchas y móviles; no es autónomo, sino dependiente de muchos circuitos técnicos, militares, políticos, financieros, químicos y agrícolas. Por ello es difícil precisar el significado a fondo de cada “golpe”, que las autoridades infligen al narcotráfico, puesto que no sabemos si ese “golpe” es parte de una cadena confiable de la lucha antinarcóticos o solo un reacomodamiento de núcleos en competencia.» Lo que significa, entre otras cosas, que la existencia y persistencia de este tipo de fenómenos no puede darse sin la connivencia de autoridades (policiacas, militares, ministeriales, jueces, gobernadores, presidentes municipales y demás) y grupos de influencia (empresariales y hasta religiosos) y esas relaciones nunca aparecen y permanecen intocadas cuando se detiene a alguno de los pretendidos capos. Más claro, Montemayor encuentra que «la lucha antinarcóticos busca desactivar ciertos circuitos de producción, traslado y entrega, pero no la totalidad de circuitos. Segundo, que fundamentalmente se tiende a desactivar, al cabo de ciertos períodos de administraciones políticas, segmentos de traslado y de lavado de dinero fuera de Estados Unidos, no dentro de ese país. Tercero, que las funciones de distribución en Estados Unidos no competen a los núcleos que originalmente producen, transportan hasta un sitio y entregan ahí el producto; es decir, hay núcleos especializados en la distribución del producto y en el lavado de recursos financieros dentro del territorio final: el estadunidense.» El cuarto principio es obvio, nuestros vecinos del norte no están interesados en combatir los segmentos del narcotráfico dentro de su territorio, eso se lo dejan a los demás que cargarán con los costos en pérdida de vidas humanas, en inseguridad, en el desgarramiento del tejido social, en altísimos grados de corrupción e impunidad. ¿Qué segmento se afectó con la detención del Z-40, a quién beneficia? Los otros temas también se entrelazan, no pueden verse aislados porque no son así, el contexto histórico en que se desarrollan, por ejemplo, las negociaciones del Pacto por México, o la reforma migratoria estadunidense, tiene su historia, que determinará sus resultados, sigamos con Carlos Montemayor quien nos permite hacer tales articulaciones ─Los servicios de inteligencia, en la compilación citada anteriormente─ «Pero resulta más peligroso referirse al terrorismo como una fuerza que busca “presionar a la autoridad para que tome una determinación”. En México han venido presionando a todo tipo de autoridades, con magníficos resultados, las élites financieras e industriales del país, el sistema bancario (que ha dejado de ser mexicano), los consorcios trasnacionales, los gobiernos de Estados Unidos, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. Ante esta presión real para que la autoridad “tome una determinación”, la presión de los terroristas parece una broma. Esto sería, al menos, la parte blanca del caso. La parte riesgosa es la tentación de confundir el término terrorismo con la inconformidad social […] El terrorismo no es una conducta ni patrimonio específico de un individuo o grupo social, salvo en las grandes producciones cinematográficas de Hollywood. No existen terroristas, existen redes de crimen organizado a escala regional o internacional en contrabando de armas, narcotráfico, migrantes o prostitución por mencionar algunos ejemplos, y también organizaciones de resistencia política regional, campesina o urbana que se ven obligadas a adaptarse a diferentes condiciones de lucha local, regional o incluso internacional. […] A lo largo de las cuatro anteriores administraciones presidenciales Pemex se había visto sometido a un proceso de desgaste, extorsión, privatización y endeudamiento tendiente a su desaparición total como empresa pública. Suficientes indicadores fiscales, financieros y comerciales tornaban inminente la privatización total de Pemex. Su empleo como fondo revolvente para el gasto del gobierno federal, su aprovechamiento partidista, su constante cesión a consorcios privados y la corrupción constante fueron convirtiendo a esta empresa en algo ajeno al desarrollo industrial y tecnológico del país.» Como advertimos hay más temas, pero el espacio no perdona. Tengo una deuda con una de nuestras lectoras habituales, hablar sobre las comunidades de aprendizaje, las redes de tutoría, las historias de éxito que a pesar de todo sí existen, al trabajo casi anónimo de mexicanos que buscan, y logran, transformar el sistema educativo y muchas vidas, por lo pronto hay que ver el documental Maravillas, disponible en http://documentalmaravillas.com/ Otro es el Maestro en Leyes José Javier Ledesma Lara, quien se puede encontrar en Plan de Ayala 45, Colonia España, o en el 44-21-41-64-60 quien también es un lector habitual de este espacio.