viernes, 19 de diciembre de 2014

LOS TIEMPOS DEL 2014

Apenas un suspiro. Ni siquiera la unidad fundamental del tiempo, un segundo, alcanza para representar la distancia temporal que separa un año del otro. Para variar, las cosas son más emocionantes de lo que parecen, definir el tiempo no es cualquier cosa, ni los santos alcanzan para entenderlo: “¿Qué es, pues, el tiempo? Sé bien lo que es, si no se me pregunta. Pero cuando quiero explicárselo al que me lo pregunta, no lo sé. Pero me atrevo a decir que sé con certeza que si nada pasara no habría tiempo pasado. Y si nada existiera, no habría tiempo presente”. San Agustín Confesiones, XI, 14, citado en: Las preguntas de la vida de Fernando Savater. Ya se sabía pero Einstein tuvo que demostrarlo físicamente, no con su físico, con su ciencia: el tiempo es relativo. No todos lo sentimos igual, no a todos nos desgasta igual, no todos lo vivimos igual. El marxismo ya lo había postulado cuando dejaba al descubierto la arbitrariedad de la jornada laboral, y por consiguiente del salario, medido en turnos de 8, 12 o cualquier número de horas. Dejando en claro que cada quien siente y consume su fuerza de trabajo de forma desigual, por la simple razón de que no somos iguales ni vivimos en las mismas condiciones. Pero vamos a un tiempo colectivo: “El tiempo pasa porque las cosas pasan o a las cosas les pasan otras cosas. Donde nada pueda pasar no podrá hablarse de «tiempo». Por ejemplo, en la aritmética: a la pregunta «cuándo» no podemos responder «cuando dos y dos sean cuatro» porque tal relación existe siempre, sin que ningún cambio pueda afectarla. ¿Diremos que es eterna? Para evitar esta palabra de linaje teológico, quizá sea mejor decir que es «intemporal». Las verdades lógicas o matemáticas están «fuera» del tiempo aunque de ellas nos ocupemos seres con los que el tiempo tenga muchísimo que ver.” Demasiadas cosas han pasado en este 2014 en nuestro país, el tiempo para algunos ha sido frenético, violento, rabioso; para otros se ha dilatado tanto que tortuoso apenas alcanzaría a describirlo. Lo peor es cuando ambas vivencias se juntan, cuando el tiempo nos aprisiona y presiona tanto que dan ganas de volverse invisible, de ver las cosas pasar sin que nos afecten. Pero eso es imposible. Manipular el tiempo ha sido una permanente ambición humana, no solo para conocer el pasado y prever el futuro, también para simular que no merece la pena moverse, movilizarse, manifestarse o protestar porque “no pasa nada”. Y si “no pasa nada” el que se mueve es sospechoso de tener algún trastorno mental, de ser un malvado a quien no le importa la paz, esa paz que se confunde con inmovilidad, con insensibilidad, con conformismo, con apatía. Como acallar lo que pasa queriendo manipular los medios de comunicación ya no es tan fácil ―principalmente por la diversidad de los mismos y porque su distribución ya no pasa por los canales oficiales, sino que emplean las inabarcables redes sociales, que a su vez generan ellas mismas información no controlada―, el recurrir al “no pasa nada” es en sí mismo sospechoso. Este 2014 no se mide por los días o los meses, se mide por hechos concretos que permanecerán en la conciencia colectiva por muchos años, igual que el 68 estudiantil, el 71 y los halcones, el 94 y el EZLN, el 95 de Aguas Blancas, el 97 de Acteal, o las narco fosas de San Fernando del 2011. Este 2014 se recordará por la puesta en marcha de las contra reformas peñistas, por Ayotzinapa y las masacres, las desapariciones, las corrupciones en todo el país, por el uso faccioso de las policías, del ejército, de la marina, de los sicarios de distinto signo o denominación; por los incrementos en los precios de la energía, de los impuestos; por la devaluación del peso, por el derrumbe de los precios de nuestro petróleo, por la rebeldía de los alumnos del IPN que rechazan ser parte de una reforma educativa que busca formar mano de obra barata y dócil, por la exoneración de Raúl Salinas de Gortari, y nos estamos quedando cortos con los eventos memorables para todos. Por eso las cosas no se pueden “superar” por decreto, porque a alguien le conviene o se le ocurre, San Agustín lo plantea de forma entendible: “Tampoco se puede decir con exactitud que sean tres los tiempos: pasado, presente y futuro. Habría que decir con más propiedad que hay tres tiempos: un presente de las cosas pasadas, un presente de las cosas presentes y un presente de las cosas futuras. Estas tres cosas existen de algún modo en el alma, pero no veo que existan fuera de ella. El presente de las cosas idas es la memoria. El de las cosas presentes es la percepción o la visión. Y el presente de las cosas futuras la espera.” El olvido no es opción, no para los mexicanos del siglo 21, no para tantas víctimas cotidianas de un sistema político y económico de por sí violento, corrupto, intolerante, amnésico. Este 2014 es el resumen de muchos agravios que se volvieron presente, que encontramos reprimidos pero no resueltos en nuestra memoria colectiva. La memoria, por más dolorosa que sea, puede convertirse en esperanza. Pero la espera, que dice San Agustín, será motivo de otro texto.

jueves, 11 de diciembre de 2014

SANO PESIMISMO

La justicia es la cara amable de la venganza, algo así piensa y dice el periodista y escritor español Arturo Pérez Reverte echándole una mirada a la situación mundial y en específico las de España y México. Claro, tuvo que ser cauteloso, estaba aquí presentando en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara sus novelas más recientes, no podía ser más explícito sabiéndose invitado. Con la experiencia de haber sido corresponsal de guerra durante 21 años, de haber conocido las atrocidades de las que los humanos somos capaces por los motivos más mezquinos y estúpidos, su visión no puede ser optimista: “la utopía se terminó, ya no hay ingenuos, ya ni los niños son ingenuos, eso ya pasó, la utopía se terminó, solamente los tontos o los ignorantes creen en las utopías, sabemos que el mundo va a ser de los malos, la única diferencia es que ahora los malos van a sangrar con más facilidad, el malo está menos a salvo […] Yo más que fe creo en los analgésicos, creo en las cosas que no quitan las causas pero ayudan a soportar el dolor, yo creo que palabras como cultura, como compasión, caridad, solidaridad, fraternidad, lealtad, dignidad, son palabras que ayudan a soportarlo […] no van a hacer el mundo mejor pero van ayudar a soportar el mundo malo, creo que el hombre decente y digno tiene eso como refugio, mientras esas aspirinas sigan circulando entre la humanidad, haya un maestro que crea que educar a un niño del colegio va a ser un ciudadano digno y responsable y mientras eso siga, aunque no se gane la batalla, siempre habrá dignos combates aunque se pierdan al final, el hombre está en el mundo para perder, ese es mi consuelo”. México vive los síntomas de su enfermedad: Pérez Reverte en CNN http://aristeguinoticias.com/1012/mexico/mexico-vive-los-sintomas-de-su-enfermedad-perez-reverte-en-cnn/ aunque es mejor ver el video completo de la entrevista. Vaya consuelo, pero poniéndonos en escala cósmica seguro tiene razón, la especie humana muestra, cada vez con mayor claridad, que está en su fase terminal; que a pesar de los avances científicos y tecnológicos, o quizá por ellos, no es capaz de asegurarse la permanencia en un planeta que es continuamente agredido en nombre del consumo y de su falsa felicidad. No alcanzamos a entender que acabando con la naturaleza que nos rodea en lo más cercano, acabamos con nosotros mismos. Nuestra soberbia impide que sepamos convivir, por eso permitimos las desigualdades sociales, por eso dinamitamos las instituciones que aseguraban un mínimo de certidumbre y cuidaban nuestra educación, la salud, la vejez, el trabajo, la tolerancia, la seguridad física y emocional, el acceso al arte y la cultura, el ocio creativo, la paz, el ambiente que necesitamos para asegurar la sobrevivencia. Por eso la sentencia, que no es más que el reconocimiento de lo que somos: por muchos dioses que nos inventemos estamos destinados a perder. Pero luchar contra quienes aceleran la derrota también es parte de nosotros. No hay que dejar que los malos se salgan fácilmente con la suya, que sangren como dice Pérez Reverte; hay que disfrutar responsablemente lo que se pueda consolándonos con seguir construyendo una humanidad que quiere dejar su instante histórico inscrito en la finitud del universo Hay que seguir en el esfuerzo de aplazar lo más que se pueda la derrota, atender lo cercano, explicarlo, tratar de evitarlo: “Después de siete décadas de ejercer un poder sin restricciones institucionales, el PRI heredó una estructura carcomida por la ilegalidad. Lejos de ser un monopolio empleado para fincar Estado, el autoritarismo mexicano sirvió para propagar complicidades. Una política dedicada a alimentar la ilegalidad. La perversa herramienta de gobierno se volvió régimen, regla y hábito. La política mexicana no se sirve de la trampa, sirve a la trampa. Como el régimen porfiriano, el priismo tejió amistades para no construir instituciones. Al dejar el poder, los priistas entregaron al PAN un calendario de extorsiones por vencer. Los panistas pagaron puntualmente la cuota, dando segunda vida al régimen de la corrupción. Lo llamo régimen para subrayar que envuelve a la sociedad y al gobierno, a la izquierda y a la derecha, a la federación y al municipio. La ruptura que no hubo fue esa: la corrupción ha sido la cuerda intocada de la política mexicana.” http://lastresyuncuarto.wordpress.com/2014/12/10/jesus-silva-herzog-marquez-dexiocracia%E2%80%8F/ Silva Herzog Márquez propone el término dexiocracia para describir nuestro sistema político y económico, aunque quizá se sorprendería si supiera que se puede aplicar en todas las latitudes en menor o mayor grado: “Si democracia viene del griego, este régimen puede tomar prestadas palabras del mismo idioma: dexis: mordida; cratos: gobierno. El gobierno de la corrupción, del soborno, de la ilegalidad, de la confusión de los intereses. Y la corrupción, naturalmente, como el nido donde se aparean crimen y gobierno.” Mientras, nuestros políticos siguen jugando a la confusión, quieren que creamos que sus intereses son los nuestros, que sus guerras sucias ―como si hubiera guerras limpias―, donde se encueran los unos a los otros, son ataques “a la sociedad”, cuando en realidad son los pastelazos de mierda que se tiran entre ellos. Lo peor que podemos hacer es tomar bando y salir en su defensa, allá ellos y sus corruptelas, que sepan que no nos chupamos el dedo.

viernes, 5 de diciembre de 2014

INCREDULIDAD JUSTIFICADA

No es suficiente con tener la fuerza, también hay que tener la razón para utilizarla. Seguiremos insistiendo, porque es lo que se siente, lo que se percibe, lo que se sufre, que en nuestro país la “fuerza del Estado” no está para proteger a la población contra los abusos de quien sea, sino para abusar de la población que queda indefensa ante los influyentes, los recomendados, los poderosos económicamente, los supuestos aristócratas (mileidis y mirreyes), los criminales organizados o no, los políticos sinvergüenzas, los más que codiciosos empresarios, los banqueros agiotistas; cualquiera que no sea de estos puede convertirse en víctima en cualquier momento, si no es que ya lo es o ya lo fue. Muchos se lamentan porque no se castiga a los vándalos que ahora “acompañan” cualquier manifestación de inconformidad, prefieren creer que los detenidos y tratados peor que delincuentes en realidad se lo merecen, todavía les cuesta trabajo darse cuenta que nuestras “fuerzas de seguridad” están acostumbradas al abuso y a la impunidad porque sus jefes se los ordenan y los protegen, y esos jefes a su vez son protegidos y tolerados por otros de mayor jerarquía, y así hasta llegar a la punta de la pirámide. La corrupción, la impunidad y la consecuente inseguridad existen porque algunos se sienten beneficiados con ellas. Y esos no van a permitir que las cosas cambien nada más porque se les pida, claro que no, seguirán utilizando toda la “fuerza del Estado” para defender que las cosas no cambien sustancialmente, allí están los intentos de acotar o criminalizar la protesta social. Allí están sus viejas mañas, como arremeter contra los manifestantes “que parezcan estudiantes” o contra familias indefensas, mientras, por otro lado, se cuidan de no afectar a los poquitos de siempre que causan destrozos y que seguramente conocen a la perfección. Y no hay renuncias ni castigos por el asesinato de 6 estudiantes de la Normal Isidro Burgos y la desaparición de otros 43, a 70 días más los que se acumulen de ese indignante suceso. Pero ahora hay que pelear por la liberación de Ariel Flores López, Demián Reyes Lara, Oscar Espinoza y denunciar el hostigamiento contra Alfredo Martínez http://alfredomartinezclown.blogspot.mx/2014/11/los-origenes-el-teatro.html?spref=fb El problema no son los policías municipales “que se corrompen”, como si sólo los pobres se corrompieran. Es más, en la exposición de motivos de reforma constitucional para eliminarlas se encuentra que 600 alcaldías ni siquiera tienen cuerpo policiaco, no se tiene a quién corromper, bueno, en ese nivel. Ni qué decir sobre sus bajos salarios, su casi nula preparación académica, su vulnerabilidad y desprestigio social. Si ese fuera el argumento habría que desaparecer el Congreso, la Presidencia, los Tribunales, las Procuradurías disque de Justicia. Como podemos ver la misma iniciativa ofrece motivos en su contra: “Tenemos que las 20 corporaciones municipales más grandes concentran el 25 por ciento del total de policías municipales del país. En contraste, el diez por ciento de los policías municipales se dispersa entre mil 110 municipios, promediando alrededor de 12 elementos en cada uno”. Rolando Herrera en Reforma del 3 de diciembre del 2014. Y nadie puede argumentar que esas fuerzas municipales concentradas no hayan sido cooptadas por el crimen organizado y tolerado por sus propios jefes. En el mismo medio Yaotzin Botello da cuenta de los resultados del Índice de Percepción de la Corrupción 2014 de Transparencia Internacional, con encuestas realizadas hasta julio de este año, es decir, antes de los casos de Tlataya, Ayotzinapa, Iguala y la Casa Blanca; aún sin ellos nuestro país se ubica en el lugar 103, lo que significa que está entre los más corruptos y menos transparentes. Si las encuestas hubieran tomado en cuenta, por su temporalidad, los sucesos ya señalados, el derrumbe sería más que catastrófico. ¿Cómo creerles? Por un lado y con el pretexto de salvaguardar el “derecho a la movilidad”, pero sin tocar los intereses de los poderosos grupos de concesionarios del transporte público, se le contrapone al derecho de manifestarse en lugares públicos. En lugar de legislar para sancionar a los funcionarios que dejan crecer los problemas, por desatenderlos por comisión, omisión o corrupción, y que provocan que los ciudadanos no encuentren otra forma de manifestar sus demandas e inconformidades más que volviéndose visibles; o sancionar a los medios de comunicación que cierran sus páginas, micrófonos y pantallas con el pretexto de no enemistarse con algún influyente o poderoso patrocinador público o privado, se quiere utilizar, otra vez, “toda la fuerza del Estado” contra los más vulnerables, contra las víctimas de sus ineficiencias, de sus intereses ocultos. Edgardo Buscaglia en Twitter: “¿Borrar poder local/polis municipales? ¿Fuerzas únicas? Parece que el objetivo es organizar mejor mafias y coordinar mejor la corrupción”.

viernes, 28 de noviembre de 2014

Caifanes por Ayotzinapa, Antes de que nos olviden

OTRA VEZ, PERDER GANANDO

Parece una estrategia suicida o quizás sean los resultados del desprecio, pero hay quien se atraganta con el aparente aplastamiento del otro. En política se llama perder ganando. En lenguaje simple se dice que la mejor forma de mostrarle a alguien que no tiene la razón es dejarlo que se salga con la suya. Que pruebe los resultados de sus despropósitos, de sus abusos, de su cinismo. Que el presente y el futuro se junten y se les escapen de entre las manos. Pero basta de juegos de palabras. En apenas el segundo año del sexenio federal, los efectos de la negociación cupular con dirigencias partidistas instaladas en el pragmatismo y la venta al mejor postor muestran sus efectos. Las reformas alcanzadas en lo que va de la administración actual, tan “modernizadoras”, tan “neoliberales”, tan en contra de los intereses de las mayorías, no logran despegar, y una de sus causas es la cláusula de la tolerancia a la corrupción; al menos en otros países logran disimular por algún tiempo y, cuando son descubiertos, existen mecanismos institucionales que intentan barrer la suciedad debajo de la alfombra después de darse una balconeada en los medios de comunicación. Nada que cambie en lo inmediato el curso de las cosas, pero suficiente para evidenciar la opacidad y la perversidad de lo hecho. Pero aquí no hay contrapesos, todos están metidos hasta el copete en las prácticas corruptas de siempre y algunas nuevas que se han ido refinando. La cancelación de la licitación del tren de alta velocidad México-Querétaro y la llamada casa blanca es apenas una muestra mínima y tímida de lo que ocurre en cualquier dependencia pública y en diversas empresas de las grandotototas. Lo que más lastimó fue la conjunción de esa corrupción con el ataque inmisericorde a la población indefensa, ese que lleva muchos años perpetrándose y que hizo crisis el 26 de septiembre pasado, dejando al descubierto que “toda la fuerza del Estado” está volcada en contra de sus ciudadanos. Cada día que pasa es más doloroso que el anterior, porque sabemos de más víctimas, más abusos, más injusticias, más incongruencias. Hasta para “poner orden” y castigar a los vándalos se ven intencionalmente desacertados, perversos, con la furia propia de quienes son exhibidos en toda su desvergüenza ante propios y extraños. Y ahora que la sociedad civil tomó la iniciativa ―allí están los politécnicos rechazando su incorporación a un Sistema Nacional de Bachillerato que persigue que los docentes sean simples administradores de un plan de estudios caduco, saturado, cuya única congruencia es la aspiración a formar mano de obra barata y dócil; algunas organizaciones magisteriales denunciando la pérdida de derechos laborales y que se le culpe del desastre educativo; las madres y los padres de los “desaparecidos” que no cejan en su empeño por encontrarlos y castigar a los responsables por comisión y por omisión; y todas esas pequeñas y cotidianas batallas de millones de ciudadanos para evitar caer en la vorágine corruptora que insiste en imponerse; los pocos pero valientes medios de comunicación que todavía hacen trabajo de investigación y dan a conocer lo que encuentran―, la clase política intenta arrebatar esa iniciativa con el mensaje presidencial, que al momento de redactar este texto todavía no ocurre, proponiendo, seguramente, medidas cosméticas que sirvan para desmovilizar y regresar todo a un equilibrio aparente que siga normalizando la violencia y la impunidad. Falta saber si les alcanzará el tiempo para desenredar los hilos del poder antes de que estalle el siguiente escándalo. Otros que se salieron con la suya y no saben qué hacer son los “chuchos” perredistas. Ya se deshicieron de Cuauhtémoc Cárdenas, pero dan la impresión de que fue algo que no tenían calculado. Sin embargo su descrédito viene de sus prácticas cotidianas a lo largo de décadas anteriores al PRD, hay que recordar que sus genes vienen de quien fuera su padre político: “Para sus compañeros de andanzas, (Rafael Aguilar) Talamantes era un héroe cuando en 1971 salió de la cárcel y se incorporó al Comité Nacional de Auscultación y Coordinación, grupo dirigido por Heberto Castillo al que abandonó en 1973 para crear, con generoso patrocinio de Luis Echeverría, el Partido Socialista de los Trabajadores, negocio que explotó minuciosamente hasta secarle las ubres a la vaquita. El giro mercantil del PST era la venta de protección al PRI, la que cobraba en efectivo y con las curules que le arrojaba el Presidente en turno. La mercancía que ofrecía el PST era presentarse como partido de izquierda para quitarle votos al Partido Comunista, al Partido Mexicano de los Trabajadores y luego al Partido Socialista Unificado de México y al Partido Mexicano Socialista, resultado de la fusión de varias agrupaciones marxistas. El PST fue una generosa vaquita que Talamantes y socios ordeñaron hasta dejarla exhausta. Fue así como en 1987 la res se travistió en Partido del Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional, del que también fue el líder y hasta diputado. En ese año lo abandonaron algunos de sus compinches, que enojados por no poder pronunciar la sigla del PFCRN —le decían PFerrocarril— se fueron a refugiar con el conglomerado que se convertiría en el PRD, partido en el que hoy despachan como gerentes, administradores, oficiales mayores, tesoreros y otros cargos en los que está el parné, la mosca, la pachocha”. Humberto Musacchio, Talamantes: la resurrección de un cadáver, http://www.m-x.com.mx/xml/pdf/249/38.pdf Su franquicia política estuvo siempre detrás del pretexto del cardenismo, primero en el partido del frente cardenista de reconstrucción nacional, después achicado a partido cardenista, ahora que el hijo del general los abandona no les hace falta mayor definición ideológica, de hecho nunca la han tenido, su izquierdismo es el mero pretexto para “cotizar” sus votos en las legislaturas locales y federal, en las regidurías y en donde haga falta. Así siguen a así seguirán, hasta que su membresía se canse. Ni modo, hay quienes ganando pierden.

viernes, 21 de noviembre de 2014

ESTABILIZAR LA VIOLENCIA

Estos políticos tan ego maníacos, que se quieren hacer los chistosos, exigen que se les responda para que no crean que nosotros se las creemos. No es posible que se crean que “normalizar” la violencia, sus corrupciones e impunidades, merecen además ser “estabilizadas”. Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua, que se puede consultar en http://www.rae.es/recursos/diccionarios/drae, lo estable puede entenderse de estas tres maneras: “Que se mantiene sin peligro de cambiar, caer o desaparecer. Que permanece en un lugar durante mucho tiempo. Que mantiene o recupera el equilibrio”. Resulta difícil de creer ―bueno, es un decir―, que no conozcan alguno de los significados, que estén deseando que el crimen organizado, y no tanto, siga proliferando al grado de poner en riesgo a cualquiera, que ignoren que su “estabilidad” produce millones de pobres y poquísimos billonarios, que quieran que olvidemos que sus reformas se han hecho a costa de los derechos de las mayorías y que están devastando lo poco que queda de las instituciones sociales que operaban ―con sus asegunes, pero lo hacían―, atemperando las desigualdades sociales y propiciando la solidaridad con los más afectados por un sistema imperfecto, pero que algunos resultados daba. No, no estamos de acuerdo con su “estabilidad” de miles de desaparecidos, con la violencia que pudre nuestras familias, nuestras escuelas, la convivencia cotidiana. Tampoco con su “estabilidad” que dan las leyes hechas a modo y para beneficio de los poderosos; con la actuación corrupta de jueces, ministerios públicos, procuradores, gobernadores, diputados, senadores y cuanto personaje servil ―ser vil― que los acompaña. No estamos de acuerdo con esa “estabilidad” que propicia el tráfico humano, la prostitución forzada, el trabajo sin seguridad de permanencia, el salario insuficiente, la vida indigna, los niños de la calle, los migrantes abusados por propios y extraños, el desprecio a nuestras culturales ancestrales y a los indígenas, la discrecionalidad y opacidad en el destino de los recursos públicos, la pobre educación para los pobres, la destrucción de la naturaleza por la simple codicia de unos cuantos, ni la manipulación grosera de los medios de comunicación. Esa “estabilidad” debe ser desestabilizada para construir otra, más justa, más equitativa, más segura, más disfrutable, más solidaria. De eso se trata la política. Tampoco podemos tragarnos el rollo ese de que sólo hay un proyecto de nación, hay muchos y un gobernante debe tener el talento para identificar el que sea más deseable para la mayoría que supuestamente gobierna. La política no puede usar la coartada de que no es lo mismo lo posible que lo deseable, que hay que conformarse con lo primero y posponer indefinidamente lo segundo, como si la vida fuera eterna. Debemos exigir que los esfuerzos colectivos sean encausados para convertir en posible lo deseable, vencer los intereses personales, familiares ―tan de moda ahora―, de grupo y dar la pelea por las viejas o nuevas utopías, que quizás sean las mismas. Alguien dijo que las utopías nunca se alcanzan, pero sirven para caminar. El crecimiento de la criminalidad no es un fenómeno aislado o algo indeseable con lo que hay que cargar, no es voluntad divina, no es mala suerte; buscando explicación Hugo Esteva ―www.jornada.unam.mx/2014/10/27/opinion/022a1pol― cita a Foucault: “La arbitrariedad del tirano es un ejemplo para los criminales posibles e incluso, en su ilegalidad fundamental, una licencia para el crimen. En efecto, ¿quién no podrá autorizarse a infringir las leyes, cuando el soberano, que debe promoverlas, esgrimirlas y aplicarlas, se atribuye la posibilidad de tergiversarlas, suspenderlas o, como mínimo, no aplicarlas a sí mismo? Por consiguiente, cuanto más despótico sea el poder, más numerosos serán los criminales. El poder fuerte de un tirano no hace desaparecer a los malhechores; al contrario, los multiplica […] Un criminal es quien rompe el pacto, quien lo rompe de vez en cuando, cuando lo necesita o lo desea, cuando su interés lo impone, cuando en un momento de violencia o ceguera hace prevalecer la razón de su interés, a pesar del cálculo más elemental de la razón. Déspota transitorio, déspota por deslumbramiento, déspota por enceguecimiento, por fantasía, por furor, poco importa. A diferencia del criminal, el déspota exalta el predominio de su interés y su voluntad; y lo hace de manera permanente... El déspota puede imponer su voluntad a todo el cuerpo social por medio de un estado de violencia permanente. Es, por lo tanto, quien ejerce permanentemente… y exalta en forma criminal su interés. Es el fuera de la ley permanente”. Parece tener razón el sociólogo francés, sólo habría que añadirle que los déspotas modernos potencializan sus intereses con el uso de los medios de comunicación masiva, para convencernos que son diferentes a los criminales, que son enemigos, que hay que defenderlos y aguantarlos en defensa de un estado de derecho que está muy chueco y que ni así respetan, y de una “estabilidad” abusiva que sacan cuando quieren reprimir.

viernes, 14 de noviembre de 2014

EL MURO Y LOS HÉROES

“La muerte / con su impecable función / de artesana del sol / que hace héroes, que hace historias / y nos cede un lugar / para morir, / por esta tierra, / por el futuro.” La memoria es veleidosa y por lo mismo da sorpresas. Queriendo encontrar alguna clave para entender los turbulentos tiempos que vivimos, recordé los versos anteriores con la potente voz de la cantautora Sara González. Claro que la canción no era de su autoría, pero sabía bien cómo elegirlas en función de la circunstancia histórica que le tocó vivir y a Eduardo Ramos no le molestó que Sara la volviera conocida. La memoria colectiva también ayuda y nos hace traer al presente, 25 años después, ese caótico 9 de noviembre de 1989, pasaditas las 9 de la noche, en una Europa aún dividida por tiranías contrapuestas ―con disfraz demócrata―, de un lado los rusos y del otro los norteamericanos, ambos disputándose la hegemonía en ese continente que se repartieron después de la segunda guerra mundial. Conviene recuperar los datos de la Cancillería del Senado berlinés: “En la noche del 9 de noviembre de 1989, poco antes de las 19.00 horas Günter Schabowski, Secretario del Comité Central, anunciaba de forma inesperada al final de una conferencia de prensa que entraba en vigor una nueva reglamentación de salida del país para los ciudadanos de la RDA […] Para aliviar la creciente presión de las masas, los guardias del paso fronterizo de Bornholmer Straße dejaron pasar a los primeros ciudadanos de la RDA hacia Berlín Occidental a partir de las 21:20. Sin embargo, el responsable del servicio de control de pasaportes ordenó sellar y con ello invalidar los pasaportes, privándoles así de su nacionalidad, sin ellos saberlo. No obstante, alrededor de las 23:30 la conglomeración de gente fue tan grande que el responsable del servicio de control, aún sin haber recibido todavía órdenes oficiales, abrió finalmente la barrera. Alrededor de 20.000 personas pudieron pasar en las siguientes horas el puente Bösebrücke sin pasar por control alguno. El resto de los pasos fronterizos de la ciudad fueron abiertos en el transcurso de la noche. A raíz de la revolución pacífica en la RDA y los cambios políticos de los estados de Europa del Este, había caído aquella noche el Muro de Berlín […] Durante los días siguientes, se abrieron cada vez más pasos entre las dos mitades de la ciudad, el 22 de diciembre también el de la Puerta de Brandeburgo.” La gran sorpresa fue la manera en que reaccionaron las autoridades de la llamada República Democrática de Alemania, ya sea por presión, por pasmo, por la falta de órdenes terminantes de alguien que no se animó a pasar a la historia como cruel asesino, o por cansancio ―porque, como estamos viendo, también se cansan―, nadie se atrevió a dar la orden de reprimir a la creciente cantidad de ciudadanos que comenzaron a llegar a los puestos fronterizos sin más objetivo que constatar que se podía cruzar de un lado al otro del Muro. Los militares encargados de la vigilancia tampoco quisieron ejercer una responsabilidad que les correspondía, quizás previendo las fatales consecuencias por simplemente ser obedientes. Como haya sido, la historia no registra el nombre de algún héroe que guiara a las masas, todo parece indicar que fue una acción colectiva que supo leer y aprovechar la oportunidad que, seguramente, tardaría mucho en volverse a presentar. No hubo necesidad de tirar el Muro, simplemente forzar el paso libre por los puestos fronterizos restringidos, y eso se hizo, ese día y en los que siguieron, sin un solo muerto. “Entre 1961 y 1989, tan sólo en el Muro de Berlín perdieron la vida, por lo menos, 136 personas o murieron en relación directa con el régimen fronterizo de la RDA: 98 fugitivos que intentaron superar las instalaciones fronterizas fueron abatidos a tiros, murieron de otra forma o se suicidaron; 30 personas tanto del Este como del Oeste fueron tiroteadas o murieron de otra forma a pesar de que no tenían las intención de huir; 8 soldados fronterizos de la RDA que fueron abatidos por desertores, camaradas, fugitivos o un policía de Berlín Este. Además, murieron, por lo menos, 251 viajantes procedentes del Este y del Oeste al llevarse a cabo los controles en los pasos fronterizos de Berlín. Incontables son las personas que murieron de tristeza y desesperación por los efectos que tuvo para su vida la construcción del Muro.” Pero fue hasta seis meses después cuando el Muro comenzó a ser físicamente destruido: “La demolición del muro que pasaba por el centro de la ciudad se llevó a cabo entre junio y noviembre de 1990. Cazadores de souvenirs de todo el mundo, los denominados pájaros carpinteros del muro, se habían asegurado entretanto pedazos del símbolo de la Guerra Fría y su superación.” http://www.berlin.de/mauer/oeffnung/index.es.html Regresemos a los versos de Eduardo Ramos: “A los héroes, / se les recuerda sin llanto, / se les recuerda en los brazos, / se les recuerda en la tierra; / y esto me hace pensar / que no han muerto al final, / y que viven allí / donde haya un hombre / presto a luchar, / a continuar.” Vienen a cuento porque nuestros héroes yacen en fosas clandestinas o atrapados en el miedo de ser, otra vez, violados, secuestrados, levantados, extorsionados, mutilados, explotados, amenazados, desaparecidos, por una delincuencia institucional que se apoderó de la fuerza del Estado para ejercer cuanta forma de violencia se le ocurre contra una ciudadanía que se ha tardado años y miles de víctimas en reaccionar. Los crímenes contra los normalistas de Ayotzinapa fueron la gota que derramó el vaso, nos hicieron abrir los ojos y recuperar la memoria de los agravios sufridos por generaciones, nos hicieron avergonzarnos de nuestra pasividad cómplice. Nuestras víctimas son tantas y nos duelen tanto que puede pasar que se conviertan en esos héroes que marcan el camino a seguir. Quizás por eso las autoridades formales se niegan a investigar, a reconocer a las víctimas de sus corrupciones una por una, a siquiera encontrarlas, para mantenernos esperando y sin movernos. Parece vano esperar que alguien tome el papel de guía de la creciente movilización que requiere convertirse en organización. Hay que tomar rumbo y fuerza de esos, que nunca quisieron ser héroes, pero que tampoco se resignan a ser simples víctimas.

viernes, 7 de noviembre de 2014

EL TELAR Y LA VIOLENCIA

Las reacciones han sido torpes, tardías, indignas. Se hacen intentos por convertir a las víctimas en merecedoras de su propia desgracia. Si la estrategia no funciona se prueba otra y otra, si la ciudadanía no se traga los cuentos esparcidos por medios de comunicación irresponsables y convenencieros entonces hay que distraer con detalles, aunque sean macabros. Al momento de escribir este texto se tiene detenidos a los delincuentes que mal gobernaban Iguala, nada de “pareja imperial”, término chusco inventado por alguien para desviar la atención, esos dos sujetos no eran los jefes de nada, eran los sirvientes de muchos que ahora esconden la cara, como siempre lo han hecho. No se puede fingir ignorancia, es todo un modus operandi que ha funcionado por décadas y que en momentos se descontrola, hasta que se logra otro equilibrio aparente, porque el negocio es despiadado, las ganancias no conocen la solidaridad y los socios rápidamente devienen en enemigos a muerte, literal. ¿Qué sería de nosotros si no tuviéramos al narcotráfico para enmascarar el resto de las actividades delincuenciales firmemente ancladas en nuestro sistema político, económico y religioso? «Excusamos la inoperancia de las instituciones del Estado diciendo que todo es producto del narcotráfico, pero no creas que todo lo que sucede en tu país es producto del narcotráfico; en tu país hay secuestros que no tienen nada que ver con el narcotráfico, hay extorsión, hay delincuencia organizada, hay criminalidad en todos los niveles y en todos los estamentos que se suponen deben combatirlos. Pero todas esas turbulencias que suceden se las achacamos a los narcotraficantes para justificar la inoperancia de las fuerzas que se suponen deben combatirlos… Si no existiera en tu país el narcotráfico, te aseguro que los índices de violencia continuarían porque la corrupción es infinita en todos los estamentos; o sea que el señor narcotraficante en verdad tiene el propósito de enviar droga de un país a otro y venderla. Lo que pasa es que ahí han venido ramificaciones de ochenta mil hojas y toda la criminalidad que sucede en tu país no viene directamente ligada al narcotráfico; también hay ochenta mil cosas distintas a eso.» Así habla el reconocido narcotraficante colombiano Andrés López López, autor del libro El cártel de los sapos, con Rafael Molina, prologuista del libro titulado Las Jefas del Narco, desde Miami. Es cierto, mucha de nuestra delincuencia organizada y no tanto no tiene nada que ver con el narco; sí tiene que ver con un Estado en descomposición avanzada, donde, comenzando por sus autoridades de todo tipo, toman las actividades violentas e ilegítimas, como parte de su patente de corso, para enriquecerse como se les dé la gana. Por eso existe un pacto de impunidad no declarado pero firmemente acatado, hasta que una parte exagera y la sociedad responde poniendo en peligro el negocio de todos, entonces fingen que las instituciones funcionan, que los buenos son los buenos y los otros son los malos, y se convierte en una batalla moral. Pero lo que estamos padeciendo es la delincuencia cotidiana, que no por ello deja de ser ferozmente violenta. No, las cosas no empiezan y terminan con los Abarca en Iguala, tienen décadas y nuestra clase política no podría sobrevivir sin ejercer cuanto abuso se le ocurra y pueda cometer usando las fuerzas del mismo Estado, esas que se suponen tienen su razón de ser en proteger a la sociedad. Por eso hay que insistir: lo del 68, lo del 71, lo de las muertas de Ciudad Juárez, lo de Acteal, lo de Aguas Blancas, lo de San Fernando, lo de Iguala, el desmantelamiento paulatino y tenaz del Estado de Bienestar mexicano, el embate contra los trabajadores, contra los maestros, contra los estudiantes que sólo pueden acceder a la educación pública, la impunidad cotidiana que recorre todo el territorio nacional desde principios del siglo veinte para acá sirven al mismo objetivo, perpetuar los intereses de una clase política y económica que se beneficia de ello. Creí que había perdido la fuente, pero la memoria ayuda, es Manuel Gil Antón y su columna en El Universal titulada “La marcha y el telar” del 25 de octubre de este año «Desde hace tiempo se ha dado en llamar “reparación del tejido social” a lo que necesitamos […] La bronca es el telar. Ya sea en su forma artesanal o industrial, para formar en tejido se requiere de un soporte de madera o metal, resistente, en el que se colocan, en paralelo, hilos verticales que forman la urdimbre y que han de estar tensos, firmes […] Si el telar está podrido y se rompe, no se puede conseguir la prenda, Imagine que las cuerdas del mecapal de la tejedora, con que jala y detiene los hilos para entrecruzar los otros, quiebra la madera: todo se afloja y se pierde lo avanzado: que el tensor con que se juntan las vueltas también se ha apolillado y se troza en sus manos. No hay nada qué hacer […] Las instituciones son, en el caso de la acción política organizada, lo que el telar a la tela. Y las nuestras están apolilladas, llenas de bichos que la horadan y debilitan.» Cierto, el telar no sirve, no se puede tejer nada en él porque terminará por romperse, por deshilarse otra vez; trabajo y tiempo perdidos que ya no se pueden desperdiciar. Hay que romper con la impunidad, con la legalidad “a la medida” de los corruptos, esa que mete a la cárcel al que roba por hambre mientras permite el disfrute de las ganancias ilegales multimillonarias. Eso no es justicia. Tienen razón los estudiantes del IPN al rechazar que sus escuelas queden integradas al PROFORDEMS y al CERTIDEMS, esos inventos maquiavélicos que buscan orientar la educación pública para crear mano de obra barata y sin prestaciones sociales para beneficio de los grandes capitales; en lugar de construir un proyecto de nación incluyente y equitativo. Tienen razón los que exigen la presentación, con vida, de los 43 estudiantes normalistas desaparecidos, porque vivos se los llevaron.

domingo, 2 de noviembre de 2014

LA FIESTA DEL UNO POR CIENTO

¿Cómo leer la XII Cumbre de Negocios celebrada en Querétaro? Una forma es como lo indica el título de este texto, ese uno por ciento más rico del país o del planeta ―no cambia gran cosa el porcentaje―, necesita verse y reconocerse, aunque cuenten con los más modernos medios de comunicación a su alcance y sus canales privados para intercambiar datos y ponerse de acuerdo para defender sus particulares intereses, necesitan también la parafernalia suficiente para convencernos de que lo que piensan y hacen es por el bien de todos, aunque la terca realidad señale otra cosa. El espacio no perdona y exige que nos centremos en un tema, será el educativo aprovechando que el lord Tony Blair vino a darnos cátedra sobre el asunto, la nota es de Carmen Luna para CNN Expansión del 26 de octubre de 2014 «"La reforma educativa es probablemente la más importante en el largo plazo", comentó Blair en su participación en la 12a México Cumbre de Negocios que se celebra en Querétaro. Blair recordó que como primer ministro de Reino Unido, la reforma de educación fue la más difí¬cil de implementar, no obstante recalcó la importancia que esta da, pues es un elemento que realmente crea prosperidad en el futuro y brinda justicia social, ya que justamente la población más pobre y con menos educación es la que tiene mayores probabilidades de ser ví¬ctima del crimen.» Otros medios especializados en finanzas también siguieron la nota «Considerar a la educación como un imperativo para crear una fuerza de trabajo competente. “México no se puede dar el lujo de no contar con un sistema educativo que ofrezca oportunidades vastas y suficientes para las generaciones por venir”». http://www.elfinanciero.com.mx/economia/consejos-de-tony-blair-para-mexico.html Pero ¿qué tipo de educación es de la que habla lord Blair y conviene al uno por ciento más rico? Aquí es donde el consenso se rompe. La reforma educativa mexicana no existe como tal, lo que hay es una precarización laboral y una denostación interesada a la labor docente sin tocar las absurdas decisiones tomadas desde las autoridades federales y estatales. Sí hay intentos por imponer una educación para crear y capacitar mano de obra barata, dócil y adecuada al desarrollo maquilador en que estamos metidos, tan es así que la principal universidad pública del país, la UNAM, no le ha querido entrar a los amagos reformistas impulsados desde las subsecretarías de educación media y superior, y ahora, hasta los estudiantes del Instituto Politécnico Nacional están manifestándose en contra de las mismas. Desde organismos internacionales se han desenmascarado esas reformas que sólo convienen a los más ricos, por ejemplo, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) que depende de las Naciones Unidas (ONU), en voz de una mexicana sostiene « Contra el extraccionismo que caracteriza el reciente crecimiento rápido de varias economías de Sudamérica, subrayó la importancia de la industrialización (insertar nuestra economías en las cadenas de valor internacional) para eliminar la vulnerabilidad externa que genera la dependencia de la exportación de minerales, petróleo y productos agrícolas. Pero fue mucho más allá de lo económico al señalar que se requiere fortalecer la sociedad y que los cambios estructurales se hagan con consentimiento previo de ésta. Nada sobre nosotros; nada sin nosotros, señaló. Hizo notar que la baja de la pobreza en AL llegó a una meseta y que, para ir más allá, se requiere una nueva política social que se centre en el empleo con derechos. El enfoque de derechos debe ser el centro de las políticas públicas. Aclaró que éste va más allá de la equidad pues supone una igualdad plena. La igualdad de derechos (que incluye la igualdad territorial) promueve dignidad, autonomía y sentido de pertenencia. También llamó a adoptar nuevas visiones y dejar de importar conceptos en América Latina. Es decir, llamo a la soberanía intelectual de la región. El lunes 29 de septiembre, en la División de Posgrado de la Facultad de Economía de la UNAM, Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la CEPAL, presentó el documento Pactos para la igualdad: hacia un futuro sostenible, que el organismo presentó a los gobiernos de América Latina (AL) en Lima en mayo de este año […] el pacto por México no fue un pacto por la igualdad, contraponiéndolo al tercer documento de la CEPAL, que justamente propone pactos por la igualdad; también señaló, refiriéndose a toda AL, que la ciudadanía debe ser el sujeto de los pactos y no su objeto; México es el único país de América Latina que no ha aumentado el salario mínimo; en México, comentó, estamos atrapados en la maquila.» Julio Boltvinik http://www.jornada.unam.mx/2014/10/03/opinion/030o1eco Queda claro que nuestros gobernantes ni se dieron por enterados de esa propuesta, aunque se podría decir que llegó cuando estaba avanzado el proceso reformista local esa sería una verdad a medias, puesto que los documentos anteriores, que dan origen a este, ya tienen rato: La hora de la igualdad: brechas por cerrar, caminos por abrir (presentado en Brasilia en 2010), y Cambio estructural para la igualdad: una visión integrada del desarrollo (presentado en San Salvador en 2012). ¿Cuál es la envoltura con que justifican “su” reforma educativa? Manuel Pérez Rocha lo explica pero tratemos de resumirlo «De acuerdo con esta teoría del capital humano, entre más inversión se haya hecho en estos rubros, más capital se habrá incorporado a la persona del trabajador y más valor incorporará éste en la producción (no él, sino su capital); para esos economistas esto explica el intrigante residuo y justifica tanto el salario como el pago mayor a quienes llevan consigo más capital. De esta manera pretenden explicar (y justificar) muchas situaciones, entre ellas las diferencias de ingreso de las personas. Y como para esa visión simplista educación es igual a escuela, su teoría plantea que el capital humano es proporcional a los años de escolaridad y que la correlación observada entre años de escolaridad e ingresos es imagen fiel de la relación causal entre ambas variables. El trabajador queda degradado, pues, a la condición de depósito o vehículo de un capital, lo cual, para los teóricos de esa corriente, lo convierte en capitalista. » La Jornada 12/06/2014. Hay otras propuestas educativas que atienden a nuestro contexto cultural y a afanes propios en cuanto a modelos de crecimiento incluyente, no nada más para ese uno por ciento que no tiene límites en su ambición.

viernes, 24 de octubre de 2014

PACTEMOS ENTRE NOSOTROS

Ya urge hablar de otra cosa, no por indiferencia, sino porque el problema esté resuelto. Pero la magia es una ilusión, es un juego de espejos, la rapidez de las manos, el engaño del ojo, el asombro de la lógica, pero no es lo que necesitamos. Tampoco basta la simple voluntad, es cierto que se cuentan por millones los mexicanos que rechazan las transas, que se pueden dar el lujo y la dignidad de trabajar honestamente, de apegarse a normas justas de convivencia, que siguen pensando que abusar del otro no está bien porque se abre la puerta a que los sinvergüenzas abusen de uno. Esa es la reserva humana que puede hacer que los problemas se resuelvan cada que se presenten, es una lucha de nunca acabar pero que se puede hacer. “La corrupción política le da el incentivo a la delincuencia organizada a ser violenta. Porque grupos criminales intentan captar a diputados, a senadores, alcaldes, a gobernadores y los usan para aniquilar y neutralizar a sus grupos adversarios. La policía de un estado asesina a los políticos y a criminales pertenecientes a grupos adversarios. Cuando Sinaloa usa a la policía de Durango, por ejemplo, para asesinar a los Zetas. Y los Zetas utilizaban a la policía de Tamaulipas para asesinar en Sinaloa. Esa orgía de violencia está energizada por la corrupción política al más alto nivel. Si se acaba con la corrupción política y se comienza a atacar patrimonialmente a esos grupos criminales, se vuelven más pequeños, como sucedió en Colombia. ¿Cómo se traduciría esa situación en México? Quedarían unos 300 o 400 grupos pequeños que ya no tendrían la capacidad de enfrentarse al Estado mexicano de igual a igual y de generar este tipo de masacres masivas, que son crímenes de lesa humanidad en donde políticos están involucrados. Eso tiene que generarse a través de un movimiento masivo en México, no quemando edificios de Gobierno. Esto no se soluciona con violencia porque así se le da la excusa a las autoridades corruptas para reprimir, para sacar el ejército a la calle y a matarlos. Esto se soluciona con un movimiento social pacífico, en donde medios internacionales como CNN y Deutsche Welle estén al lado viendo cómo la población presiona e intenta rescatar a su Estado, de limpiarlo de esta podredumbre que se tiene en México.” La opinión es de alguien informado, que sabe de la historia y desarrollo de la delincuencia organizada en diferentes partes del mundo, que se apasiona en rastrear las soluciones y que no se deja engañar fácilmente. Es Edgardo Buscaglia entrevistado por la agencia alemana de noticias Deutsche Welle http://aristeguinoticias.com/2010/mexico/en-mexico-hay-un-pacto-de-impunidad-entre-politicos-dice-buscaglia-a-la-tv-alemana/ Nuestros analistas e intelectuales también ven la gran porquería en que se ha sumido la clase política y lo han estado denunciando permanentemente, algunos han sido involuntarias y sorprendidas víctimas; es cierto que no se puede administrar el infierno como dice Javier Sicilia que el PRI pretende hacer. Se denuncia que nuestro gobernantes tampoco se sustrajeron a la tentación de transformar al cacareado Pacto por México en un pacto de impunidad como señala Jesús Silva-Herzog Márquez, en donde toda la clase política, sin importar el partido ni el poder gubernamental en el que se supone que trabaja, se convierte en aliada para cometer cuanta ignominia se le ocurre; en lugar de ejercer una sana vigilancia los unos de los otros, en ese anhelado equilibrio de poderes que caracteriza a una democracia. Esos millones de mexicanos que hacen bien las cosas, por convicción, por solidaridad, por el mero hecho de vivir bien sin hacer daño a nadie, se merecen otra cosa. Y sí hay alternativas fuera del modelito que nos presentan como el único posible, allí están las experiencias probadas, pero necesitamos creerlo: “cuando los hombres y la mujeres no creemos en algo es lo más desastroso, porque este animalito que somos es de lo más utópico y necesita creer en algo […] cuando no se cree en algo, se vive para uno, en el egoísmo. Las utopías son que se puede construir un mundo mejor, lo debemos hacer entre todos y defender a la vida. Vivimos en una vida hermosa que hay que cuidar”. No lo dice un ilusionista que busca engañar a la gente, es el presidente uruguayo José Mujica en http://aristeguinoticias.com/2210/entrevistas/a-los-que-les-gusta-la-plata-hay-que-correrlos-de-la-politica-son-un-peligro-mujica-en-cnn/ Los tantísimos muertos, desaparecidos, levantados, extorsionados, explotados, engañados, envilecidos, victimizados ―sin olvidar que muchas son mujeres, pero se usa el masculino por una simple regla del lenguaje que se puede cuestionar―, no pueden ser en vano. Mal haríamos si no utilizáramos ese dolor, su recuerdo, su vida, como motivo para hacer nuestro mejor esfuerzo para detener el caos que beneficia a unos poquitos, que se van a defender con todos los medios al alcance de su falta de ética y humanidad. Que no nos pase lo que en otras oportunidades perdidas “Hoy tienes a la sociedad civil en las calles mexicanas haciendo un acto de asco, porque es un asco la situación mexicana hoy en día, pero en pocas semanas vas a tener a la sociedad civil mexicana comprada por el PRD o por el PAN o por el PRI en donde les empiezan a dar contratitos” http://aristeguinoticias.com/0910/mexico/epn-tiene-el-mismo-rol-que-calderon-es-coordinador-del-pacto-de-impunidad-buscaglia/ Una vida bien vivida deja aprendizajes valiosos, que lo diga un viejo como José Mujica es creíble por congruente “pero en la política tenemos que separar. A los que les gusta mucho la plata hay que correrlos de la política, son un peligro en la política. Lo cual no quiere decir que en la política no existan intereses, pero son intereses no materiales, son morales, lo que se apetece es el cariño y reconocimiento de la gente. La política es la lucha por la felicidad de todos”. Ese sería nuestro pacto.

viernes, 17 de octubre de 2014

EXPLICACIONES NECESARIAS

Necesitamos entender para saber qué hacer. Entender lo que pasa en este México de fines del 2014 no es fácil, demasiados datos sueltos, demasiadas vidas desperdiciadas, demasiado dolor acumulado, el horror cotidiano como forzado artículo de consumo, la impotencia de querer hacer algo y no atinar una respuesta inmediata con la mínima lógica que la soporte. Así estamos. Que México esté convertido en una narco fosa no es del mes pasado, podemos seguir una continuidad macabra desde los feminicidios en Ciudad Juárez con que terminamos el siglo XX, con Acteal y Aguas Blancas, con las masacres que mencionamos aquí mismo apenas la semana pasada, con lo que se acumuló en esta misma y que aumenta día con día. Las explicaciones han sido pocas y desesperanzadoras. Desde quien dice que lo sucedido en Ayotzinapa fue producto de un momento de irracionalidad de alguien que tomó una decisión sin pensarlo siquiera, al calor del momento, y que fue acatada por unos imbéciles acostumbrados a no cuestionar nada; hasta los que han percibido un persistente afán de acercarse al despeñadero de la inhumanidad y aventar a quien sea creyendo que eso los va a salvar. Guillermo Trejo en el diario español El País no duda en escribir que para él «La masacre de los estudiantes normalistas de Ayotzinapa fue una acción estratégica y premeditada para sembrar el terror y doblegar a los grupos de la sociedad civil que en Iguala y en municipios aledaños participaban en distintos procesos de articulación social – incluyendo policías comunitarias – para hacerle frente a las extorsiones, secuestros y asesinatos por parte del crimen organizado y de las autoridades públicas a su servicio. La masacre fue un acto de reconstitución del poder local; una acción barbárica mediante la cual el grupo criminal Guerreros Unidos quiso dejarle en claro a los movimientos sociales de la región quién era el mandamás. Fue, también, una ejecución ejemplar para incentivar a los ciudadanos y a los pequeños y medianos empresarios y comerciantes de la región a continuar pagando el “derecho de piso” y con ello consolidar la toma criminal del poder en la zona. » http://internacional.elpais.com/internacional/2014/10/10/actualidad/1412970176_327641.html Raúl Zibechi en un texto publicado el 3 de octubre, antes de que se calentaran las cosas a las temperaturas que estamos viviendo, plantea una hipótesis que divide en tres apartados, el texto completo está disponible para su lectura, pero nos detenemos en lo que pudiera ser un primer resumen « Es probable que estemos ingresando en un sistema peor aún que el capitalismo, una suerte de economía de robo, más parecida a la forma como funcionan las mafias del narcotráfico que a los modos empresariales que conocimos en la mayor parte del siglo XX. Es probable, también, que esto no haya sido planificado por la clase dominante, sino sea el fruto de la búsqueda desmesurada de lucros en el periodo financiero y de acumulación por desposesión, que ha engendrado una generación de buitres/lobos incapaces de producir otra cosa que no sea destrucción y muerte a su alrededor […] Parece que la clase dominante decidió que con el actual grado de desarrollo tecnológico puede prescindir del trabajo asalariado que genera riquezas, y ya no depende de consumidores pobres para sus productos. Más allá de que esto sea un delirio inducido por la soberbia, parece evidente que los de arriba no pretenden ordenar el mundo según sus viejos intereses, sino generar regiones enteras (y a veces continentes) donde reine el caos absoluto (como tiende a suceder en Medio Oriente) y otras de seguridad absoluta (como partes de Estados Unidos y Europa, y los barrios ricos de cada país).» http://www.jornada.unam.mx/2014/10/03/opinion/026a2pol El experto en temas de delincuencia organizada Edgardo Buscaglia, que advertía desde hace años que podían pasar episodios como los que estamos viendo, alcanza a develar que «Lo que tú tienes hoy como Presidente es uno más de los coordinadores de este descontrol político que tú tienes allí, son coordinadores de este pacto de impunidad, son coordinadores, facilitadores de este… ahora es Peña Nieto antes era Calderón, básicamente cambiaron las caras pero es el mismo horror, Lamentablemente en países donde los controles colapsan surgen masacres, surgen grandes casos de desvíos de fondos, surgen embajadores que se dedican a hacer negocios en vez de representar a su país en Europa como en Estados Unidos y en diferentes lugares del mundo, surgen síntomas, chispas de corrupción, crímenes de lesa humanidad, como es el caso de las masacres que tú has venido siguiendo desde que ocurrieron […] Cuando lo que une a la clase política de un país, no importa el partido, no es un proyecto común de Estado y de sociedad, donde la izquierda puede tener un mecanismo de implementar ese proyecto diferente a la derecha, cuando no hay un proyecto en común entre la clase política y lo único que los une es el negocio, el negocio electoral, el negocio petrolero, el negocio de privatización de la electricidad, cuando lo único que los une es el negocio, el tráfico de influencias, el conflicto de interés dentro de la clase política a la cual pertenece el señor Navarrete. Entonces tienes estas explosiones que sacuden la conciencia mundial, que sacuden la conciencia colectiva, que sacuden la conciencia de cualquier ser humano con un mínimo de decencia, pero un mínimo de decencia es lo que más escasea en un país como México, entre la clase política a la cual pertenece el señor Peña Nieto, el señor Navarrete, el señor Madero y todo esa fauna política que ustedes tienen ahí.» http://aristeguinoticias.com/0910/mexico/epn-tiene-el-mismo-rol-que-calderon-es-coordinador-del-pacto-de-impunidad-buscaglia/ Álvaro Delgado participa con su visión « Ahí está, a la vista, la pus: Las complicidades al más alto nivel entre criminales y políticos, sin distinción de partidos; entre jueces y magnates; entre mafiosos y autoridades para que el dinero sucio fluya en los circuitos financieros formales. El Estado es ya un megacártel, una estructura mafiosa con fachada de democracia que se va desvaneciendo aceleradamente. Y la única certeza que hay –quién lo duda– es que la violencia va a seguir desbordándose, con el costo mayor para los pobres. Si no se quiere entender que la miseria y la inequidad social son el fermento para la violencia y no se procede para contrarrestarlo, lo único seguro es que seguirá desbordada la violencia y las matazones serán, como se ha visto, cada vez más cruentas.» http://www.proceso.com.mx/?p=384692 No hay hipótesis optimistas, finalicemos con una más « En uno de sus sentidos últimos, la violencia no es únicamente el ejercicio letal y de exterminio contra la sociedad, es también la triste articulación de fallidas estrategias de “desarrollo”, el triunfo siempre precario del neoliberalismo y su efecto en el desmontaje de la capacidad jurídica del Estado para impartir justicia. El Estado mexicano no puede elaborar una respuesta moral y verosímil ante la violencia porque el rasgo ideológico que lo define actualmente lo hace imposible: el neoliberalismo reformista tiene que seguir invencible y jamás la violencia en sus últimos ciclos le obliga a sospechar que toda esta ilegitimidad de barbarie tiene alguna conexión con el modelo de depredación económica actual ni con el fracaso de la transición a la democracia en México.» Gustavo Ogarrio. La Jornada Semanal 09 de marzo 2014.

viernes, 10 de octubre de 2014

MASACRES

Que la indignación no tenga fecha de caducidad ni tolerancia, que así como el 2 de octubre no se olvida tampoco se olviden las masacres transexenales. Quizás habrá que sumarle a Aguas Blancas las de San Fernando, Tlatlaya e Iguala, sólo como muestra macabra de lo que es capaz de hacer la narcopolítica, porque enlistar todas y cada una sería un desafío para la memoria y hasta adormecería la capacidad de asombro. Pero cada víctima de este sistema inhumano merece ser recordado, sacado de las sombras del olvido, necesita humanizarse en cada uno de nosotros. Se vale maldecir, marchar, encorajinarse, guardar rencor, y organizarse. Buscarle salidas a lo que está acabando con lo poco o mucho que nos queda como integrantes de una especie que no duda en acabar con ella misma para satisfacer sus necesidades de poder, de riqueza, de consumo desenfrenado, de individualismo enajenante. Vivimos aquí y ahora, eso no lo podemos cambiar aunque el repudio nos mueva a fugarnos de una realidad lacerante y que sentimos que nos apabulla, que nos paraliza, que nos deja indefensos ante los cínicos que no tienen respeto alguno por los demás. Pero tanto horror, tanta corrupción y tanta muerte no pueden ser en vano. La magnitud de lo sucedido en apenas 10 días rebasa lo imaginable y hay que empezar por romper algunos mitos, no es cierto que merezcamos el gobierno que tenemos, la pobreza, la jodidez, la ignorancia, la migajera conveniencia no nació con nosotros, son construcciones sociales que pueden modificarse aunque requieran esfuerzos colectivos que podrían emplearse en otras cosas. Pero hay que resolver lo básico, no podemos seguir viviendo a expensas de los caprichos de los delincuentes y tramposos que se sirven de la política, de las empresas, de las iglesias, de las policías y cuerpos armados, hay que hacerles notar que no estamos dispuestos a que sigan haciendo con los demás lo que se les antoje. Hay que resistir y organizarse. Tampoco es cierto que no hay más manera de hacer las cosas que las que nos dicen a través de los medios de comunicación copados por los poderosos, hay que mostrar que existen otras formas de vivir, de pensarnos, de ser solidarios, de trabajar y disfrutar. Para darle continuidad a lo que hemos planteado en estos textos conviene salirse a lo internacional para dimensionar los graves errores cometidos con el proceso reformista casi culminado en el sexenio actual: Chongqing, China― En las afueras de esta ciudad del suroeste chino se pueden encontrar fábricas dotadas con personal estudiantil. Las escuelas envían a miles de adolescentes a estas plantas para que ensamblen dispositivos electrónicos para algunas de las marcas más prominentes del mundo. Muchos dicen que no tienen otra opción. “De repente me dijeron que tenía que pasar el descanso de mitad de año (escolar) haciendo computadoras o no podría graduarme” indicó una joven de 16 años llamada Xiao, quien cursa un programa de preparación para la universidad en un instituto vocacional. “Siento que me han engañado”. Xiao y sus compañeros han trabajado en la línea de ensamblaje de un proveedor de Hewlett-Packard llamado Quanta Computer durante 12 horas al día. Seis días a la semana… “A veces estamos tan cansados durante los turnos nocturnos que casi nos quedamos dormidos”. La nota escrita por Eva Dou es prolija en los detalles de explotación laboral en las ciudades chinas, muy parecidas a las que ya permiten las leyes mexicanas, que se puede encontrar en la sección que replica a The Wall Street Journal Americas en el diario Reforma del 6 de octubre de este año. Otra muestra de nuestras irracionalidades. En el mismo diario pero ahora del 7 de octubre Jorge A. Meléndez Ruiz encuentra que: “México ocupa el lugar 21 (subió un puesto) entre los países que más billonarios (definición: quien tienen mil millones de dólares o más) tienen: 27 ultrarricos con una fortuna de 169 mil millones de dólares, 6.25 billones en promedio (3.3 billones, si quitamos a Slim).” De plano para alimentar el ocio podemos mencionar que de todos los billonarios del mundo el 35 por ciento no tiene ningún título universitario. Misma fecha, mismo diario, nota de Ulises Díaz resumiendo los resultados del recién publicado Índice de Bienestar Regional de la OCDE. En una escala de 0 a 10, “donde cero es la peor condición posible y 10 la mejor […] En el rubro de ingreso por hogar, el mejor evaluado es Nuevo León, con (apenas) 1.8 puntos, seguido del Distrito Federal con 1.7 y Baja California con 1.5 puntos”. Querétaro se encuentra entre las 26 entidades que tienen 1 punto o menos. En seguridad “que mide la tasa de homicidios […] Yucatán obtiene un destacado 7.4” seguido por Querétaro con 2.6 puntos y “27 estados reciben un cero”. Las cifras siguen: “Donde los mexicanos salen bien evaluados es en medio ambiente, al grado que Yucatán obtiene 9.8 puntos, Quintana Roo saca 9.6 y Campeche 9.4 puntos. Las calificaciones más bajas en el indicador las obtienen Guanajuato con 3.2 y Querétaro con 3.1. En términos de empleo los puntajes más destacados son Yucatán con 8.7, Colima y Quintana Roo que tienen 8.3 y Campeche que obtiene 8. En tanto las entidades más bajas son Querétaro y Chihuahua que tienen 6 puntos y Tabasco obtiene un 5.7”. Pero los puntajes siguen siendo bajos, de todo el país, en salud (1.5), ingreso (0.4), involucramiento cívico (0.4), educación (0.3), accesibilidad a servicios (0.0) y vivienda (0.0). La globalización enfermiza que estamos aplicando es indiferente al destino que le están imponiendo a las grandes masas empobrecidas del país y del mundo, los multibillonarios dependen del deterioro en la calidad de vida de los demás, es el resultado del permanente despojo de lo poco que tienen muchos, para que se haga más lo mucho que tienen pocos. En fin, allí están las masacres, las cifras, las realidades que se esconden; no se pueden eludir porque nos estallan en la cara. Hay que cambiar lo que no funciona, lo que nos empobrece ética y económicamente. Mostrar que nuestra humanidad merece seguir por muchos años más porque tenemos remedio.

viernes, 3 de octubre de 2014

SALVAR LA HISTORIA

La historia marca, deja una huella imposible de borrar o de ignorar, más cuando son eventos que involucran a una o más generaciones; porque la historia no admite que se le parta en pedacitos para después unirlos como si fueran piezas de un rompecabezas. Nuestra historia en la difícil democracia tiene saltos hacia adelante y también retrocesos, a veces ambos al mismo tiempo, como en el 2 de octubre de 1968 y sus dos caras: la represión y la resistencia con movilización. Parte de ese ir y venir la vivimos ahora con la conformación de los organismos electorales estatales, como el queretano. Del 68, su importancia y las canalladas del sistema político ya se ha escrito mucho, del presente falta por escribir porque se han reactivado las movilizaciones estudiantiles, está vez a cargo del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y, otra vez, los normalistas encabezados por los radicados en Ayotzinapa. Todas las protestas, sin olvidar las de la CNTE, tienen como motivo la resistencia a la mal llamada reforma educativa, que no es otra cosa que el alineamiento del sector educativo, público y privado, al capitalismo devastador que se nos está imponiendo. Protestar contra la falta de contratación de los normalistas guerrerenses no es asunto menor, los muchachos egresados de las normales rurales, que además son de origen muy humilde y que tienen como primera lengua alguna de las indígenas que han sobrevivido, tienen una concepción radicalmente distinta de lo que debe ser la educación, claramente contraria al modelo empresarial y falsamente globalizador, por eso buscan exterminarlos. Para ellos, los normalistas, la educación cumple una función descolonizadora y emancipadora, de fortalecimiento de sus culturas ancestrales y de los valores de respeto a la naturaleza y a su entorno, con la solidaridad por delante, por eso los reprueban en las evaluaciones, por no compartir los mismos “valores” mezquinos e individualistas de los programas oficiales. Los politécnicos tienen la visión del servicio a una Nación que nos abarca a todos como mexicanos, de aprovechamiento racional de los recursos naturales que se confronta también con el modelo neoliberal, por eso, cuando en sus documentos básicos hay cambios en los conceptos, en las palabras, y se les quiere educar para un modelo empresarial, excluyente y concentrador de la riqueza en pocas manos, pues salen a las calles. No es casualidad que la UNAM no tenga ese tipo de problemas, se han negado a adoptar el “nuevo” modelo educativo y mantiene a su plantilla de docentes e investigadores sin afectarlos en sus derechos laborales. Pero estas son apenas las movilizaciones iniciales, hay partes del sistema educativo aún pasmadas pero que comienzan a resentir los efectos de esa reforma que ha hecho precaria la actividad docente y que busca “tecnificar” la enseñanza a costas de las disciplinas artísticas, filosóficas y humanísticas en general, que son las que le pueden dar razón y dirección al resto de los descubrimientos “científicos”. Por eso es importante la historia, para que no nos engañen con ideas viejas en envolturas nuevas, bien lo dice Eduardo Galeano en su Libro de los Abrazos: “Un sistema de desvínculos: para que los callados no se hagan preguntones, para que los opinados no se vuelvan opinadores. Para que no se junten los solos ni junte el alma sus pedazos. […] El sistema divorcia la emoción y el pensamiento, como divorcia el sexo y el amor, la vida íntima y la vida pública, el pasado y el presente. Si el pasado no tiene nada que decir al presente, la historia puede quedarse dormida, sin molestar, en el ropero donde el sistema guarda sus viejos disfraces. […] El sistema nos vacía la memoria, o nos llena la memoria de basura, y así nos enseña a repetir la historia en lugar de hacerla. Las tragedias se repiten como farsas, anunciaba la célebre profecía. Pero entre nosotros, es peor; las tragedias se repiten como tragedias.” Nos regresamos a la democracia procedimental sin lograr dotarla de contenido, es una democracia trianual, de nombre, sujeta a los caprichos de los nuevos virreyes y sus dóciles cortesanos que los adulan hasta marearlos y apoderarse de ellos. Por lo menos habrá la posibilidad de contrastar dos proyectos de nación, uno que se dobla a los intereses de los escasos poderosos, otro que privilegie los intereses mayoritarios y busque recuperar lo que queda del estado de bienestar. Hay que ser congruentes con nosotros mismos, ser conscientes de la dependencia con el entorno todavía amigable que nos permite sobrevivir y hasta disfrutar de la vida, evitando que se exploten las inseguridades inducidas por el consumismo y el conformismo. La felicidad no depende de devastar lo poco que nos queda, sino de establecer otro tipo de relaciones con los otros y con la naturaleza, tampoco hay que renegar de lo logrado: “No hemos evolucionado mucho desde que caímos del árbol. Debemos conservar el poco pulimento que hemos logrado tener. Hay que conservar la brida de educación que las generaciones anteriores lograron hacer pasar a las actuales; hay que conservar los logros de la cultura ―edificios, pinturas, música, libros, pensamientos― que penosamente se han ido acumulando en medio de la constante barbarie que es el recuento de nuestro recorrido humano. Hay que conservar la poca fineza que se nos ha ido sumando y que hace que no se pegue a las mujeres, no se abuse de los niños, no se mienta, no se robe, no se mate, porque todo eso “no se hace”. Y aquello que “no se hace” no necesita de argumentos… No se hace porque han quedado claras reglas básicas del bien y del mal. No es la moral burguesa sino la civilización humana la que merece ser conservada como la pupila de los ojos.” Ikram Antaki. Reflexiones en torno a El pasado a una Ilusión. Vuelta. Volumen 19. Número 228. Me uno a las lamentaciones por la desaparición del programa de Carmen Aristégui de las frecuencias radiofónicas queretanas, ya nos habíamos acostumbrado al periodismo crítico y de investigación.

sábado, 27 de septiembre de 2014

NI DESARROLLO, NI ÉTICA

Cumbre climática en la ONU. Espacio ideal para que los políticos se avienten discursos lucidores, reciban premios y reconocimientos de organizaciones que nadie conoce ni se sabe quién patrocina, toda la parafernalia necesaria para fingir que algo se hace haciendo nada. En las calles de Nueva York, sede de esa organización, más de 350 mil personas manifestando su exigencia porque se cambie el modelo desarrollista que nos está llevando al cambio climático acelerado en aras de un consumismo individualista sin ética ni solidaridad. En otras ciudades del planeta ocurren eventos semejantes de manera casi simultánea. Ejemplos sobran, veamos el más actual. La empresa tecnológica Apple lanza a la venta su más reciente equipo, con un sistema operativo supuestamente novedoso y los consumidores se lanzan a hacer largas filas para adquirirlo, al grado que se venden 10 millones de equipos en solo una semana, rompiendo con los pronósticos de la misma empresa. Pero la demanda no se debe a que los equipos anteriores ya no sirvan o dejaran de cumplir con su cometido, es el simple afán de querer distinguirse de los demás, comprando lo mismo que los demás. ¿Suena ilógico? Lo es. Nadie se detiene a pensar en las condiciones de trabajo de quienes armaron el aparatejo tan disputado, tal parece que aparecieron en las tiendas, ya metidos en su cajita, por generación espontánea. Pero no. La empresa subcontratada para producir los iPhone de Apple se encuentra en la ciudad China de Longhua, se llama Foxconn y fue motivo de un escándalo internacional por las malas condiciones de trabajo a que somete a sus trabajadores, a grado tal que desde 2010 registra una tasa de suicidios preocupante atribuida a las extenuantes jornadas de trabajo “un promedio de 12 horas por día recibiendo salarios denigrantes”, los mismos estudios revelan que una conducta extrema como el suicidio son “causados en su mayoría por la intensa explotación laboral y el aislamiento a que son sometidos” esos trabajadores (Genoveva Roldán Dávila coordinadora, La globalización del subdesarrollo en el mundo del trabajo. UNAM 2013). Por cierto. La hipótesis de la autora citada Genoveva Roldán, parece comprobarse con los datos disponibles de organizaciones internacionales como las mismas ONU, CEPAL, OIT, PNUD, y demás: a partir de la crisis económica del 2008, desaparece la ilusión de los países subdesarrollados de llegar al supuesto desarrollo, ahora los llamados países desarrollados están aplicando políticas económicas que llevan a hacer más precario el trabajo asalariado, esto es, bajar drásticamente hasta casi desaparecer la estabilidad laboral, los salarios dignos y suficientes, las pensiones y jubilaciones, el derecho a la vivienda, a la salud, a la diversión y esparcimiento, a las vacaciones, a jornadas laborales limitadas. Es decir, se está globalizando el subdesarrollo. Pero eso no lo queremos ver, seguimos en la absurda creencia de que el camino inevitable es el progreso sin detenernos a reflexionar en que estamos devastando irresponsablemente a la naturaleza, de la cual formamos parte y sin la cual no podemos vivir. Lo dijo acertadamente Ban Ki-moon “no podemos negociar con la naturaleza”. La crisis planetaria no apareció de la noche a la mañana, tiene siglos incubándose y forma parte de un sistema de pensamiento ampliamente extendido. El dominio y explotación de la naturaleza sin más límite que la ambición de unos cuantos tiene hasta bases filosóficas y religiosas apoyadas por un modelo “científico” de hacer las cosas. Pero eso habrá que abordarlo en otros textos. Por lo pronto pongámosle números a la crisis, además de los que hemos visto semanas atrás en estas mismas páginas y que se pueden encontrar en www.magazinedequeretaro.com.mx Desde hace más de treinta años estamos en la moda del capitalismo más salvaje que se ha visto en la historia de esta corriente económica, ese que algunos identifican mañosamente como neoliberal y que se esconde detrás de un falso respeto a las libertades individuales, para romper con el tejido social y atentar contra los derechos y seguridades de las mayorías. ¿Cómo podemos hablar de progreso, de justicia, de equidad en un planeta donde 85 personas tienen tanta riqueza como la mitad más pobre del mundo? A lo mejor conviene no saber que esa tendencia internacional de identificar reformas con movimiento, que se incrementó del 2008 a la fecha, ha dado como resultado la destrucción del Estado de Bienestar social sin que haya habido el crecimiento económico prometido. Los datos allí están, antes de los procesos reformistas recientes la tasa de crecimiento mundial era del 5.4 por ciento anual, a partir de la profundización de las reformas iniciadas con el “reaganomics” en los Estados Unidos y el “thatcherismo” en Inglaterra, con sus correspondientes imitadores en el resto de los países, como el salinismo en México, ese porcentaje bajó al 3.8 y sigue en picada, a pesar de los rescates bancarios y de los grandes corporativos financieros con recursos públicos que se convirtieron en deuda que todos tenemos que pagar, menos los beneficiados que no llegan ni al 1 por ciento de la población mundial. Como región a Latinoamérica tampoco le ha ido bien, hay que recordar que el salinismo y su afán reformista “coincide” con los últimos treinta años en que esta región no ha tenido crecimiento económico. Cifras recopiladas por la Dra. Genoveva Roldán y presentadas en su ponencia en el marco del Simposio Transdisciplinar del nivel Medios Superior, organizado por el Colegio de Bachilleres del Estado de Querétaro los días 22 y 23 de septiembre de este 2014. Estamos en una época definitoria para el futuro de la humanidad y no es exageración o ganas de adornarse, ya se anunciaba desde hace algunos años: existe la necesidad extrema de cambiar el modelo económico y los irracionales patrones de consumo. Hay que recuperar los valores negados por el colonialismo de todo tipo, ese que no se detiene a pensar en las formas modernas de esclavitud y explotación de amplias franjas de la población para satisfacer la ambición desmedida de unos cuantos; allí están los casos de las empresas mineras o petroleras a las que no les importa contaminar ríos y tierras, los gobernantes que construyen presas privadas o que privatizan las ya construidas para construir fraccionamientos “exclusivos” y excluyentes, a costa del abasto de poblaciones enteras, que utilizan la fuerza para detener a campesinos e indígenas que se atraviesan en sus planes, y lo mismo se repite, diario, miles de veces en todo el planeta.

viernes, 19 de septiembre de 2014

30 AÑOS APRENDIENDO

¿Recuerda su adolescencia, su primer enamoramiento, la primera vez que pensó en su futuro laboral o académico? Seguramente todas esas y más cosas importantes pasaron cuando transitaba de la secundaria a la preparatoria, por eso la etapa entre los 14 y los 18 años es importante, angustiante, recordable y hasta disfrutable. Dependerá de su contexto personal y familiar; en primer lugar, saber por qué tomó las decisiones que impactaron su vida hasta la actualidad, pero hay que agregar la situación del país en ese momento, ya que la forma y contenidos de lo que aprendimos tuvo que ver con el modelo educativo de su escuela, con la formación de sus profesores y la solidaridad o indiferencia de sus compañeros. Ahora recuerde o imagine, según sea el caso, que le tocó vivir aunque sea de lejecitos el fatídico y aleccionador octubre del 68. Repase las noticias contradictorias, los juegos verbales de los gobiernos y los principales medios de comunicación ―con sus valientes excepciones― para justificar la brutal represión contra el movimiento estudiantil que se originó, precisamente, en un pleito entre alumnos de las vocacionales 2 y 5 del IPN y la preparatoria Isaac Ochoterena incorporada a la UNAM. No nos metamos en más detalles para no perder el hilo de la historia. Basta saber que tres años después la propia Universidad Nacional, producto de un necesario periodo de reflexión y convocatoria a sus principales directivos y científicos ―los coordinadores de Ciencias y Humanidades de la Universidad, Guillermo Soberón y Rubén Bonifaz Nuño; de los directores de las facultades de Filosofía y Letras, Ciencias, Química y Ciencias Políticas y Sociales, Ricardo Guerra Tejeda, Juan Manuel Lozano, José F. Herrán y Víctor Flores Olea y del director de la Escuela Nacional Preparatoria, Moisés Hurtado G. respectivamente―, el rector Pablo González Casanova elaboró un plan para crear un sistema innovador que se denominó Colegio de Ciencias y Humanidades, aprobado por su Consejo Universitario el 26 de enero de 1971 y echado a andar el 12 de abril del mismo año con tres planteles: Vallejo, Azcapotzalco y Naucalpan. Como era de esperar, el gobierno federal con la presidencia de Luis Echeverría Álvarez, el mismo personaje que tiempo después y no sin dificultades sabríamos que “cocinó” y llevó a la práctica la represión y masacre del 2 de octubre en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, respondería con su propio modelo, con la justificación, cierta además, de que había que atender la demanda que sobre ese nivel educativo estaba produciendo el egreso masivo de estudiantes de secundaria. Así nace el Colegio de Bachilleres como “un organismo público descentralizado del Estado creado por Decreto Presidencial el 26 de septiembre de 1973. Su objeto es ofrecer estudios de bachillerato a los egresados de la educación secundaria, en las modalidades escolarizada y no escolarizada.” http://www.cbachilleres.edu.mx/cbportal/index.php/component/content/article/278 Pronto este modelo fue adoptado por los gobiernos estatales a quienes les urgía tener su manera propia de enfrentar la demanda y no depender de los planes y programas de sus propias universidades públicas, generalmente más críticas de lo que quisieran, además, se compartiría parte del financiamiento con la federación, lo que evitaba presionar en exceso las exiguas arcas estatales. Tal fue el caso queretano, que a través de la legislatura local instituye la creación del Colegio de Bachilleres del Estado de Querétaro (COBAQ) el 19 de julio de 1984 y que iniciaría su operación en septiembre de ese año, con instalaciones prestadas por la secundaria técnica 14 en Loma Bonita. http://cobaq.edu.mx/notas/2014/nota_71_14.html Dicen que “infancia es destino”, afortunadamente no es el caso aunque sí se guardan algunas características definitorias de su origen. No es lo mismo nacer como alternativa a los modelos educativos tradicionales, con la opinión y debate de expertos, que producto de decretos gubernamentales. No es lo mismo llegar a dirigir un sistema educativo mediante un proceso abierto a la comunidad y con la participación de docentes y estudiantes, que por la gracia del gobernador en turno. Pero los 30 años del COBAQ han servido para ir cambiando, para incrementar significativamente su cobertura hasta llegar a todos los municipios del estado con 60 planteles, más los que se acumulen, y atendiendo a casi 33 mil estudiantes. Los retos siguen siendo los mismos de su fundación, principalmente los expuestos en los dos primeros objetivos: “Propiciar la formación integral del estudiante, ampliando su educación en los campos de la cultura, la ciencia y la técnica; Crear en el alumno una conciencia crítica y constructiva que le permita adoptar una actitud responsable ante la sociedad”. Allí todavía quedamos debiendo porque su normatividad interna sigue siendo autoritaria y se practica lo que el subsecretario de educación media superior Dr. Rodolfo Tuirán, ubica como uno de los componentes principales de la deserción estudiantil: el culto a la norma, más si se usa como pretexto para impedir la creación o promoción de esa conciencia crítica tan necesaria en cualquier ser humano. En fin, hay que celebrar los 30 años del COBAQ asumiendo los retos de la educación del siglo XXI, proponiendo cambios como la Transversalidad del conocimiento, recordando a quienes dieron parte de su vida apostándoles a los muchachos, a su futuro, a sus ilusiones y esperanzas. No hay que ser mal agradecidos, por mi parte reitero lo escrito hace algunos años: “Un apunte final que no se puede dejar pasar, en la memoria histórica del Colegio de Bachilleres (COBAQ) publicada con motivo del 25 aniversario de esa institución educativa, la mezquindad impidió se reconociera la importancia de personajes como Bárbara Leticia Ruiz Barrios, de las fundadoras de ese sistema y de su Plantel 1. Aunque sea por este medio que sepa que muchos valoran lo que otros se empeñan en querer borrar de la historia.” http://bachomania.blogspot.mx/2010/02/un-pasado-para-nuestro-futuro.html

viernes, 12 de septiembre de 2014

RANCHO CHICO, INFIERNO GRANDE

Los problemas se acumulan y no alcanzan los recursos y los discursos políticos para resolverlos, cuando eso pasa es que algo anda mal. No, no hay lugar “ideal” para la terminal del Tren de Alta Velocidad (TAV), si se quiere que cumpla con los objetivos sin encarecer el traslado a la misma, sin entorpecer el tráfico de por sí complicado, sin afectar significativamente a los posibles vecinos, sin incrementar innecesariamente el tiempo de los usuarios para llegar y partir de la misma algunos se tendrán que sacrificar. ¿Habría manera de evitar o mitigar lo anterior? Sí, si tuviéramos gobernantes con visión de futuro, no simples administradores de lo que va quedando de una ciudad que añora la tranquilidad perdida hace no mucho, que se asombra de la pérdida acelerada de la calidad de vida, excepto para los que se trasladan en helicópteros o con escoltas que les abren camino. Pasa con los insuficientes drenes para capturar el agua de lluvia que encuentra los cauces naturales invadidos por construcciones indebidamente autorizadas; pasa con el lamentable sistema de transporte público ―ese que pomposamente llaman Red Q― diseñado para exprimir y maltratar al usuario; pasa con la “modernización” de vialidades viejas que a las pocas semanas de reinauguradas muestran sus graves carencias o falta de planeación, diseño y derroche ―como los “distribuidores viales” de 400 millones de pesos o más―; pasa con el nudo vial que se forma casi cualquier día y a cualquier hora para atravesar los Arcos de norte a sur; pasa cuando se permite que sean las “destructoras” constructoras que rajan calles y avenidas a capricho y sin intervención alguna de ingeniería de tránsito, maximizando los problemas sin más pretexto que “puedo, lo hago y me vale” ―como en la tortuosa entrada y subida a Lomas del Marqués y El Campanario; pasa con los anillos viales construidos con curvas con peraltes insuficientes, sin puentes peatonales, con pendientes pronunciadas y de bajada, mal iluminadas y nunca vigiladas que además desembocan en otras ya saturadas ―el fray Junípero Serra es buen ejemplo―; pasa con la carencia de imaginación para prever el crecimiento de una ciudad sujeta a los caprichos de las fraccionadoras, en fin, pasa en cualquier parte de la ciudad y en el momento menos pensado. Y es que a la clase política queretana ya le quedó grande el estado y sus principales núcleos urbanos, porque los problemas se replican en San Juan del Río y hasta en Jalpan. Donde se aplique el mismo modelo de subdesarrollo el resultado es y será el mismo. Se puede presumir lo que de por sí da el contexto sociopolítico de la entidad. Estando en el centro del país las principales autopistas y vías del ferrocarril pasan por aquí, lo que lo hace ideal para el establecimiento de industrias que requieren traer sus insumos y distribuir sus productos, por lo menos por vías terrestres. Es de los estados geográficamente más pequeños ―ocupa el lugar 27 en extensión territorial―, con apenas 18 municipios que se pueden recorrer en poco tiempo, no se compara con los 570 que tiene Oaxaca, tampoco con los 247,460 kilómetros cuadrados de Chihuahua; en población ocupa el lugar 22 con menos de 2 millones de habitantes con la mitad en su capital estatal. No se trata de minimizar al estado, sí de ponerlo en su justa dimensión, ya que considerando los indicadores nacionales parece que crecemos y nos desarrollamos no por la gracia y el talento de la tradicional y cerrada clase política ― “gobierno familiar” se le ha llamado―, y sí por su manejable tamaño e importancia de su ubicación geográfica, sobre lo que no se tuvo ni tiene ninguna influencia. Hace algunos ayeres notamos que una entidad pujante como la queretana no podía seguirse gobernando “como ranchito”, que hacían falta propuestas novedosas que atacaran los problemas antes de que se fueran presentando, que previeran y fueran audaces, que aprovecharan los talentos locales aunque no tuvieran apellidos “ilustres” o fueran no nacidos aquí, porque la “nacencia” nadie la escoge, es uno más de los muchos accidentes que poco vale la pena querer controlar. Pero esa clase política se resiste a renovarse, a perder el control sobre lo que considera su exclusiva propiedad y ve a los demás como extraños que vale despreciar por su acento, por las placas de sus automóviles que invaden las antes pacíficas calles queretanas, que atiborran sus centros comerciales, que les regatean los lugares de estacionamiento en el primer cuadro de las ciudades, que no les creen a sus domesticados medios de comunicación, que traen “costumbres raras” como el querer determinar libremente con quién se casan, que evidencian la falta de planeación y la poca imaginación para construir un estado incluyente y con visión de futuro. Quiérase o no, esté legislado o no, ya estamos en pleno periodo preelectoral y los nombres que aparecen son los mismos de siempre, con las frases huecas de siempre, con el complejo de superioridad de siempre. Se necesitan propuestas de desarrollo bien fundamentadas, que metan en orden a los intereses enquistados que son tradicionalmente conservadores porque particularmente les conviene, que integren a todos los talentos vengan de donde vengan, que no sean “amablemente” discriminadores y excluyentes. Urge una renovación de la clase política estatal porque “el ranchito” ya les creció.

viernes, 5 de septiembre de 2014

EL CRISTAL CON QUE SE MIRA

Nuestra moderna mitología dicta que cualquier movimiento es un avance, eso no es cierto. La política mexicana está llena de chispeantes cuestionamientos al respecto, al grado de que se ha perdido la pista de a quién se le han ocurrido primero, ya no tienen derecho de autor. Desde el clásico “frente al abismo un paso adelante”, hasta el que pregona que “la reversa también es un cambio”. Pero se olvidan las advertencias y se piensa que no hay más camino que el que han seguido los otros, aunque se hayan ido al despeñadero. Los 22 meses del gobierno de Enrique Peña Nieto plantean más interrogantes que soluciones. Parece haber cierto agrado por el anuncio de los megaproyectos de desarrollo incluidos en el Programa Nacional de Infraestructura, más de 3 mil kilómetros en 47 nuevas autopistas, la construcción de una nueva terminal aérea en el D.F. con una inversión de 120 mil millones de pesos, la ampliación de los principales puertos del país, la construcción o ampliación de 4 líneas del Metro para conectarse con el Estado de México, los trenes de alta velocidad (TAV) para conectar la ciudad de México con Toluca y Querétaro, el transpeninsular y demás obras allí proyectadas; sólo queda la duda, si estos son los proyectos que van a “mover a México” ¿para qué querían las reformas si no son necesarias para hacer todo esto? A alguien le están dando gato por liebre. La somera revisada a ese programa plantea otra interrogante ¿de dónde saldrán los recursos para construir todo eso? Héctor Villarreal, director general del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria advierte: “Pareciera que el tema que este gobierno ya sacrificó es que vamos a tener que seguir adquiriendo deuda en los próximos años. Difícilmente el gobierno va a cumplir con todo lo que dijo sin recurrir a déficit importantes en lo que resta del sexenio”. El artículo de Martha Martínez sobre economía en el suplemento Forma y Fondo del diario Reforma del 31 de agosto, recurre a diversas fuentes para sostener las siguientes cifras comparativas: El poder adquisitivo del ingreso laboral de las familias era de 1,592 pesos mensuales en el IV trimestre del 2012, pero en el II trimestre del 2014 había disminuido a 1,516. Mientras, la tasa de desocupación en diciembre del 2012 era de 4.47 por ciento, en julio del 2014 había aumentado a 5.47%. También encuentra que a la par que los ingresos laborales familiares bajan, el costo de la canasta básica ha subido de 1,159 en diciembre del 2012 a 1,232 en julio del 2014. La justificación oficial parece ser que los dos primeros años del sexenio se dedicaron a “quitarle el freno” a la economía del país, pero sin preocuparse por echarle gasolina al motor, producto que además sigue aumentando de precio cada mes sin que se vea a dónde se van esos recursos, porque el diferencial con los precios internacionales de la gasolina nos dice que ya nos salen debiendo. La numeralia ciudadana suele ser cruel, principalmente porque se fija en la mención de términos que a los políticos no les importan, o viceversa. Por ejemplo, encuentran que se menciona 46 veces la palabra reformas y una sola vez la palabra corrupción, como si este último tema no fuera preocupante y urgente para el mexicano común y corriente. Obvio, para los políticos y empresarios que los rodean como rémoras no lo es. http://aristeguinoticias.com/0309/mexico/ciudadanos-y-corrupcion-mencionados-solo-una-vez-en-informe-de-epn/ Pero la numeralia oficial tampoco sale bien librada, lo que se presenta de forma triunfal revela un país muy desigual y con enormes carencias: “En 2014, la Cruzada (contra el hambre) llega a mil 12 municipios, 607 más que hace un año. Con la Tarjeta Sin Hambre, 595 mil familias adquieren con descuentos especiales en las tiendas DICONSA. Ahora hay mil 945 tiendas DICONSA adicionales y mil 582 distribuidoras de leche LICONSA. El Programa de Desarrollo Humano Oportunidades beneficia a 6.1 millones de familias, 255 mil más que al inicio de la administración.” Y todo para que sepamos que, a final de cuentas, la pobreza no solo no se reduce, si no que se incrementa, http://www.presidencia.gob.mx/numeros-y-cifras-del-segundo-informe-de-gobierno/ Puros programas asistencialistas que atienden los síntomas y no las causas, con los que políticos y grandes empresarios están de acuerdo porque se mantiene a la población controlada políticamente, evita que estallen conflictos sociales y permite la existencia de los privilegios fiscales que tanto disfrutan, los ricos no los pobres. El documento anterior “Escrito por Staff Presidencia” comienza con las cifras relativas al combate a la delincuencia, donde se empeñan en presentar datos que el ciudadano no siente en su vida cotidiana: “84 de los 122 delincuentes más peligrosos, ya NO representen (sic) una amenaza para la sociedad”. ¿Entonces por qué estamos como estamos? Si a eso le sumamos la información de la reunión de los capos de los principales cárteles por rumbos coahuilenses para llegar a acuerdos y repartirse nuevamente el territorio nacional, el panorama no se ve nada bien. Pareciera que la presunta disminución en los índices delincuenciales se debe más a una reorganización del crimen organizado que a la efectividad de los esfuerzos gubernamentales para recuperar las plazas perdidas. Allí están los casos paradigmáticos de un Mireles detenido y encarcelado, y un “papá pitufo” y un “americano” como jefes de seguridad comunitaria. De la mal llamada reforma educativa ni hablar, su implementación ha provocado que miles de niños y jóvenes no tengan profesores y estén perdiendo horas de clase sin que parezca importarle a nadie, a final de cuentas se hará otra simulación para tapar los huecos. Los símbolos también cuentan, ver a Peña Nieto flanqueado por dos dirigentes parlamentarios de la izquierda perredista pesa y levanta cuestionamientos sobre el tipo de oposición que padecemos, también el uso del Zócalo del país como simple estacionamiento, porque no es cualquier lugar, es al centro del universo en la mitología azteca ¿cómo pedir que se respete si ni la misma presidencia del país lo hace? Habrá opiniones de todo tipo, las mayoritarias se revelan en las encuestas de popularidad y aceptación que no resultan agradables al círculo presidencial y a las que nos referimos en este espacio en números anteriores de Magazine; sí valdría la pena mencionar que mientras el ciudadano común y corriente, ese que solo se menciona una vez en el informe de gobierno, no sienta una mejoría en su calidad de vida, en su ingreso laboral familiar, en su expectativa de que sus hijos vivan mejor que él, reformas podrán ir y venir, pero el rechazo al triunfalismo como forma de gobierno seguirá proyectando su sombra.