viernes, 28 de junio de 2013

LA IMPORTANCIA DEL MITO

“… es hora de superar el mito de un nacionalismo ligado a un monopolio petrolero exaltado por restricciones que lo asfixian” Gerardo Gutiérrez Candiani, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) de México, 25 de Junio del 2013. Nuestras cúpulas empresariales, nuestros políticos neoliberales, nuestros “desinteresados y objetivos” medios de comunicación, todos, pretenden entrarle al debate de las reformas energética y fiscal por la vía de descalificar las opiniones y propuestas que no coinciden con sus particulares intereses. El intento está más que cantado, hay que calificar de “mito” al texto constitucional que reserva la propiedad del petróleo a la Nación. Para variar lo hacen a la ligera, sin prever que el argumento se les puede voltear fácilmente en otros temas, por ejemplo, podemos calificar de mito la creencia de que la iniciativa privada es más eficiente en la administración de los recursos públicos, todos sabemos que quienes toman las decisiones en PEMEX, desde hace algunos años para acá, son empresarios ligados a diferentes intereses comerciales, y la corrupción e ineficacia sigue siendo la misma o peor. Pero hay argumentos menos banales: “El mito en su origen es más que un mero relato, es un hecho que construye realidades y que brinda una explicación del mundo y la vida, a la vez que contribuye a establecer identidades sociales y psicológicas. El mito en su condición original es una verdad indudable que brinda una explicación y una justificación a un orden de cosas dado, es una consustancialidad y una realidad viviente que sostiene un universo cosmogónico, es razón, certeza y casualidad. En tanto ámbito de certidumbre concierta conciencias y voluntades, definiendo las fronteras de la comunidad que en él se representa. Es idiosincrasia e identidad colectiva, por tanto individual; su estudio y comprensión facilita el entendimiento de la psicología de los pueblos y de las gentes que los pueblan.” (Manuel Martínez Herrera, La función social y psicológica del mito en revista Káñina de la Universidad de Costa Rica, 2011). Quizás el tiempo transcurrido desde el Cardenismo para acá haga casi imposible calificar de mito a la expropiación petrolera, pero los enconos que ha suscitado y la osadía de oponerse a potencias económicas y militares sin más armas que la ley y la razón, bien podrían servir para elevar el episodio al nivel de fundacional de un México caracterizado por la confianza en el futuro, no una confianza ciega sino basada en la solidaridad que despertó el atrevimiento del presidente Lázaro Cárdenas. Allí está el origen de la resistencia a cualquier intento, descarado o disfrazado, de privatización no solo del petróleo como materia prima, sino también a su exploración, transporte, procesamiento y comercialización. El Cardenismo es importante porque rompe inercias, igual que la Independencia, la Revolución, la Reforma juarista; en esos movimientos sociales, por muy cuestionados o limitados que fueran, intentamos ─ahora sí todos, aunque no hubiéramos nacido todavía porque nos sentimos partícipes de esas historias que adquieren el carácter de atemporales─, romper con la inercia del mexicano cobarde, agachón, del que todo mundo se burla y abusa, que se deja arrastrar por los acontecimientos sin ser protagonista de ellos. Martínez Herrera plantea aspectos interesantes del mito: “El mito como tal, más que un escrutinio y explicación de la realidad, es una ensoñación, un rapto y una fascinación que nos abstrae y remite a la propia mismisidad, de allí el interés que concita.” Todos los pueblos tienen sus propios mitos, sus cosmovisiones, pero no son exclusivas, lo interesante es que a pesar de las distancias geográficas, culturales y temporales tienen elementos en común. Ese inconsciente colectivo del que hablan diferentes ciencias sociales encuentra aquí su espacio. Otro estudioso del tema Hernán Rafael Silva Orellana en su texto Los mitos como función social, “Por eso el mito está íntimamente conectado al inconsciente colectivo. Aún así, nunca somos plenamente conscientes de ello. A partir de él, se establece una influencia sobre todas nuestras experiencias y comportamientos, especialmente los emocionales; pero solo le conocemos indirectamente, viendo estas influencias […] Los mitos han acompañado al ser humano desde los principios de los tiempos, pero la evolución de éstos ha sufrido cambios en sus formas, pero no en su fondo. En todas las mitologías y religiones del mundo, existen temas comunes. Según algunos autores los arquetipos considerados como memoria biológica común a todos los seres humanos son elementos persistentes que mientras seamos Homo sapiens van a estar presentes en nuestro actuar como individuos y ante la sociedad. Uno de estos elementos comunes es la figura del héroe, presente en todas las culturas humanas de todos los tiempos.” Entonces, se equivocan quienes califican de mito a ese nacionalismo que pretenden ligar a una sola fuente, a la propiedad originaria del petróleo, queriendo ridiculizarlo exhiben su escaso conocimiento de los procesos sociales e históricos que nos siguen definiendo e identificando; buscando empequeñecerlo lo engrandecen, por eso buscarán artilugios legales para apropiarse de lo poco que sigue siendo propiedad colectiva. La historia es buena maestra, si queremos saber hacia dónde van las reformas actuales es bueno tomar como referencia lo que ha pasado en otros países, allí está el caso de Argentina, bien documentado y accesible en Memoria del saqueo disponible en redes sociales como youtube.