sábado, 4 de mayo de 2013

NO HAY FINAL FELIZ

Mayo siempre ha sido un mes difícil, termina con los coletazos del día del Niño, con sus amargas cifras, con sus absurdas inequidades e injusticias; y en el camino va recolectando fechas polémicas que se quedan así por la falta de una reflexión colectiva que las reviva, que las resignifique. Este primer día del quinto mes del año no ha sido la excepción en las demandas de trabajadores que se sienten manipulados y traicionados por sus dirigentes sindicales y por los políticos que aplican, a su nombre, reformas que hacen más precaria su ya difícil situación. Terminemos con el coletazo de esa etapa de la vida que se va achaparrando, que se compacta temporalmente mientras se vacía de contenido. Cada vez menos la felicidad ligada a la inocencia del no saber lo que los adultos sí saben, cada vez más adentrarse en problemas que no les corresponden por su edad ─la violencia intrafamiliar, el sentirse no amados, las carencias nutricionales además de las afectivas, o el ver terminada su vida de manera absurda para dar vuelo a las obsesiones de algunos cortos de vergüenza y humanidad, etc.─. Por ejemplo, el reportero de la Jornada Luis Prados publica el 30 de abril de este año que: “Más de 1.750 menores han muerto violentamente en incidentes vinculados con la guerra contra el crimen organizado desde 2007 hasta el pasado mes de marzo, según un informe de la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM), que subraya que esta estadística del horror continúa estable. El grupo de edad más afectado es el de los adolescentes entre 15 y 17 años y los Estados más peligrosos son Chihuahua –cuya tasa de homicidios de menores supera en cinco veces la media nacional, pese a que ha bajado en los últimos años-, Nuevo León, Guerrero, Sinaloa y Tamaulipas. Esta ONG calcula que entre 15.000 y 20.000 adolescentes son explotados por bandas criminales y carteles de la droga y que siete de cada diez menores asesinados lo son por armas de fuego”. Marcela Turati en su terrible y valiente libro Fuego Cruzado, donde relata y le da rostro y voz a las víctimas de la fracasada guerra contra el narcotráfico, no se olvida de los infantes: “En la clase, con sus crayolas, Octavio se dibuja, así, chiquito, como es, junto a su papá. No sabe estar separado de su ídolo. Traza a su lado un tercer personaje: es un mono con una pistola que apunta hacia su papá, quien está tirado en el piso, coloreado con rojo. Y en seguida Octavio llorando su muerte, como el día que presenció su ejecución”. Cambiemos de tema tratando de abarcar lo más que se pueda. Regresemos a las manifestaciones de inconformidad de los trabajadores, para eso es la fecha, para eso se “libera” de su trabajo por un rato. No se trata, como dicen los que cobran por fastidiar al prójimo, de celebrar el trabajo sin trabajar. Aquí también hay engaños, nos vendieron una reforma laboral que solo hizo más inseguro el empleo, que facilita que los empleadores puedan despedir sin tanto trámite ni indemnización a sus trabajadores, que puedan contratar a personal ajeno por horas, por día, por semana, o a jovencitos casi sin salario y sin prestación alguna disque para que adquieran experiencia, para después correrlos y agarrar otros. Esa reforma que se supone crearía miles de empleos por mes ha resultado en lo que se preveía, una gran simulación y pérdida de conquistas laborales, de empleos nada. Tiene razón John Ralston Saul, presidente del PEN Club entrevistado por Joseba Eloba apenas el pasado 5 de Febrero para la Revista Ñ: “Existe una nueva religión absoluta del crecimiento, el comercio, la santidad de la deuda y de los contratos comerciales, con la que intentan hacernos creer lo inteligentes que son los políticos y lo estúpidos que somos los demás. Da igual lo mala que sea la situación actual, ellos siguen aplicando las mismas recetas, haciendo lo mismo. Eso es lo que se está haciendo en España y en todas partes. El sistema avanza en la misma dirección. Los problemas que hay se están agravando. Nadie reconoce cuál es el auténtico problema. El crecimiento no nos va a sacar de donde estamos; la austeridad, tampoco. Veremos cómo resisten todo esto las democracias. Están poniendo la democracia en peligro. El crecimiento no nos sacará de donde estamos; la austeridad, tampoco.” Allí están los profesores inconformes por la manipulación de sus dirigentes que en lugar de citarlos a protestar contra la reforma laboral disfrazada de educativa, los encierran en un auditorio para rendirle pleitesía a los gobernantes, o esos que se plantaron frente a un mal llamado “presídium” (que según el diccionario de la RAE es: en algunos países socialistas, órgano superior de gobierno), para expresar lo que los medios de comunicación insisten en callar. Lo que pasó, no solo en Querétaro, demuestra que los más fregados, los que dependen de su trabajo para sobrevivir, no están convencidos de las reformas; que las mismas no avanzarán hasta que no se les incluya a pesar de lo que sus repudiados dirigentes digan. Que la “política de aparador”, la que se roba las ocho columnas, no tiene más sustento que el acto oficial y los tronantes discursos de unos funcionarios que viven fuera de la realidad laboral y magisterial. Faltan medios de comunicación que den cuenta de lo que sucede, sin más filtros que su ética y compromiso social, porque periodistas valientes existen, a pesar de lo que sea. Lo sabemos y lo recuerda un trovador como Guillermo Velázquez quien socializa por Facebook sus decires: “Les comparto versos que leí el jueves 23 con motivo del memorial en Guanajuato por nuestros periodistas asesinados, entre muchas que necesitamos cultivar y mantener frescas permanentemente, creo, está este ramillete de flores que pongo ante sus ojos deseando que ayuden a humedecer (y enardecer cada que sea preciso) su corazón. Un ramillete de flores / por el sol, por las heladas / no sé, pero ha sucedido / que hay flores que hemos perdido / o sobreviven ajadas, / marchitas casi, apagadas, / y yo los quiero invitar / a hacer nuestras, a nombrar / con matices y colores / un ramillete de flores / que hoy urge recuperar”. Y viene el 15 de Mayo.