sábado, 6 de junio de 2015

TODO POR NADA

No se da algo a cambio de nada, menos el gobierno federal que tiene negociadores expertos hasta para imponer lo impensable. No lo pueden todo pero no regalan nada. Por eso no tienen sustento las interpretaciones de que la suspensión indefinida de la evaluación a los docentes de educación básica y media superior, se debe exclusivamente a las presiones de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y su boicot electoral en las regiones donde tiene presencia. Un escenario más realista hubiera sido que las secretarías de gobernación y la de educación, propusieran un simple intercambio, por un lado se emite el comunicado de dicha suspensión indefinida y, a continuación, la CNTE anunciaría la suspensión de sus movilizaciones hasta un próximo encuentro y negociación. Con eso se salvaba la jornada electoral y la CNTE tendría una victoria para presumir y afianzar su posición. Pero nada de eso sucedió y entonces podemos sospechar que los motivos del comunicado que tiene a todos alborotados, son otros completamente diferentes. El Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE) no tiene la infraestructura necesaria para operar por su cuenta, está montado en la de la SEP y allí es donde aparece un primer problema ¿Se tiene la infraestructura suficiente para realizar la prueba de opción múltiple a cientos de miles de profesores de manera simultánea? Porque se requieren computadoras y la plataforma que soporte tal tráfico de datos sin colapsar. Parece que no. No queda claro hasta dónde o qué abarca el comunicado de dos renglones de la SEP. Si se refiere a todas las evaluaciones y convocatorias planeadas o sólo a las dirigidas a los profesores en activo. Porque el calendario del INEE tiene en las fechas más próximas lo siguiente: Concurso para la Promoción a cargos con funciones de Dirección y Supervisión de Educación Básica y Media Superior 2015 (15 al 30 de junio para Básica, 4 al 19 de julio para Media); Concurso para la Promoción a Funciones de Asesoría Técnica Pedagógica Educación Básica y Media Superior 2015 (¬15 al 30 de junio para Básica, 4 al 19 de julio para Media); Concurso de Asignación a la educación media superior en la zona metropolitana de la Cd. de México COMIPEMS (27 y 28 de junio); Evaluación al personal de Nuevo Ingreso al término del primer año escolar en Educación Básica y Media Superior 2015 (4 al 19 de julio para Básica, al 25 de julio para Media), y así por seis convocatorias más, hasta llegar a lo que parece el meollo del asunto: Evaluación del Desempeño Educación Básica y Media Superior 2015 (Fecha Límite: 9 de septiembre al 30 de noviembre de 2015 para EB y EMS 1er Grupo, 1 de febrero al 31 de mayo de 2016 para EB y EMS 2do Grupo). Lo que sí hay que señalar es que quienes se han mostrado más interesados en que se aplique la reforma laboral en la educación —mañosamente a eso le llaman “reforma educativa”—, son las organizaciones promovidas por los verdaderos poderes fácticos en este país, las cúpulas empresariales, señaladamente TELEVISA a través de Mexicanos Primero y la COPARMEX. Y es que el mercado educativo es muy atractivo, porque después de desprestigiar a los maestros, echándoles la culpa de los resultados obtenidos en pruebas estandarizadas como PISA y PLANEA (antes conocida como ENLACE), lo siguiente es imponer un modelo que en lugar de educar para la vida, produzca mano de obra barata y obediente. ¿Cómo se hace? Fácil. Con los poderosos grupos editoriales de los que son dueños o accionistas, retacar las escuelas públicas y privadas de libros de texto hechos como recetas de cocina, donde se especifique, hora por hora y día por día, lo que los profesores y estudiantes deben hacer, decir y aprender. En los mismos ya están “diseñados” los exámenes y la forma de calificar el “desempeño” de los niños y jóvenes. Nada de diversidad de interpretaciones, nada dejado al criterio del profesor que sabe, de inicio, que no hay mayor injusticia que tratar igual a desiguales, nada de tomar en cuenta la infraestructura física de cada centro escolar, nada de conocer a los alumnos para identificar sus fortalezas y debilidades, sus estilos propios de aprendizaje; ¿para qué interesarse en ellos si van a ser etiquetados y tratados como un número más en un mar de “indicadores académicos”? Mejor hagamos negocio con ellos y posteriormente explotémoslos como obreros o empleados. Esa es su reforma. Por lo anterior, la base magisterial, en educación básica y media, se siente agredida y está dejando, si es que algunos lo han hecho, de participar en las diferentes convocatorias; por ejemplo, se sabe que la respuesta a formarse como “evaluadores del desempeño”, así nomás dice, o como apoyos técnicos pedagógicos, no tuvieron la respuesta esperada, y es que “evaluar” el desempeño en aula de los propios compañeros es algo equivalente a hacerla de esquirol —según la RAE: “L'Esquirol, localidad barcelonesa de donde procedían los obreros que, a fines del siglo XIX, ocuparon el puesto de trabajo de los de Manlleu durante una huelga”— a servir de pretexto para que haya castigos por no seguir al pie de la letra un formato que a alguien se le ocurrió que era el ideal para conducir una clase, sin importar el nivel, la materia, los contenidos, ni las características propias de cada grupo y de cada niño o joven. Mucho menos se atiende al contexto sociocultural en que está inmersa cada escuela. Hay que llenar formatos y ya. Pues que lo hagan los directivos, para eso están, para eso se les paga, que asuman los costos de sus decisiones. En fin, una “reforma educativa” hecha sin el mínimo respeto a la opinión y conocimiento de los estudiantes, a sus expectativas de vida; menos consultar a los profesores, que son los directamente encargados de implementar los cambios en el aula, que deben estar convencidos y apasionados por su labor; tampoco preguntar a los padres de familia, para qué si se les convence a través de la telebasura que se les receta hora tras hora. Bueno, pues así no resultan las cosas. Ya que se detuvo el proceso, por la razón que sea, hay tiempo para corregir lo que está mal planteado desde el principio, sólo falta voluntad, visión de futuro y que prevalezcan los intereses de la mayoría sobre la de los grupos interesados en seguirse hinchando de billetes a costa de los demás.