sábado, 6 de agosto de 2011

LAS CIFRAS DE LA POBREZA EN QUERÉTARO

“Detrás de estas cifras, se encuentran personas con historias de injusticia, desposesión, discriminación e inseguridad. En tanto estas historias no sean escuchadas, los responsables difícilmente rendirán cuentas”, Alberto Herrera, Director Ejecutivo de Amnistía Internacional en México.

Más que un tema de solidaridad con nuestra misma especie, o de una moralidad que se desprecia porque no produce riqueza para algunos, el tema de la pobreza ya es de seguridad. Sin asustarse, no de seguridad nacional porque entonces a alguien se le puede ocurrir que hay que utilizar al ejército para combatirla. Sino de algo más cercano, de la certeza de que la forma y calidad de vida de los que tengan suficiente para apreciarla, está en peligro por las graves carencias de necesitados que harán lo posible para subsistir.

El Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad comienza a despertarnos, reaprendemos que las víctimas sociales de las políticas públicas –y aquí encajan la corrupción, la impunidad y la pobreza―, deben tener voz para dimensionar y darle solución a los problemas, que no son de ellos, son de todos; la cita con que comenzamos este texto apunta en el mismo sentido, en un mundo con un sistema económico globalizado en donde sus víctimas son tantas y además hay interés porque carezcan de identidad, los más gravemente afectados no son tomados en cuenta como interlocutores, apenas son cifras que encubren la desesperación y la falta de humanidad.

Las cifras de la pobreza en Querétaro nos descubren, por si hiciera falta, que no somos la islita paradisiaca en un país que funciona mal, que aquí también hay pobres, tantos que cada vez son más. Son las cifras que no aparecen en los informes de gobierno, son los queretanos que no tienen espacio en los medios porque sólo son noticia en montón, como estadísticas macabras, nada más.

El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), tiene arraigada reputación de hacer estudios serios y bien fundamentados aunque con resultados polémicos, más que nada por lo que miden y que refleja el éxito o fracaso de las acciones de gobierno. En el caso de nuestro estado la situación es real y urgente de atender.

En el lapso de tiempo medido, del 2008 al 2010, el número de queretanos en pobreza extrema incrementó, de 93,400 a 125,800 y no solo por el aumento en la población, sino en el porcentaje (5.3 a 6.9); mientras, los que se encuentran en “pobreza moderada” pasaron de ser 525,400 a 634,300 un incremento de más de cien mil personas en tan solo dos años. Pero el resto no está del todo bien, la disminución en la siguiente categoría que es la de “vulnerables por carencias sociales”, se corresponde con el incremento en las otras ya señaladas, en el 2008 había 629,100, dos años después se cuentan 595,300. Considerando lo que señalamos anteriormente, parece que hay un “corrimiento” de las categorías de queretanos menos vulnerables a los que caen en la pobreza, esta interpretación parece reforzarse porque en la llamada “vulnerables por ingreso” el porcentaje –apenas un 4.9― es prácticamente el mismo entre una medición y otra.

En estas páginas hemos repetido la idea de que la política económica produce concentración de riqueza en cada vez menos manos, y que para que eso ocurra tiene que ir acompañada de incrementos en la pobreza. Aquí se nota, entre los “no pobres no vulnerables”, o sea, los que están bien, cada vez hay menos, de una fecha a la otra pasan de ser 415,300 a 389,600 lo que da un decremento de 25,700, con todo y el aumento en el número total de queretanos. Falta considerar otros factores, ya habrá oportunidad, mientras hay que mencionar que la política social no busca remediar la mala distribución de la riqueza porque hay intereses que se han vuelto poderosos y lo impiden, si acaso se subsidian las múltiples carencias, se atacan los síntomas y se dejan intocadas las causas. De eso, repetimos, no hablan los informes de gobierno. Urge un cambio drástico, pacífico, que haga que unos salgan de la pobreza y vulnerabilidad y los otros puedan aprovechar lo que equitativamente les corresponde, las elecciones federales del próximo año son la oportunidad ideal, hay que aprovecharla.