viernes, 27 de julio de 2012

INTENCIÓN FRUSTRADA

Lo juro. Tenía toda la intención de escribir sobre el tercer informe de gobierno del estado, pero hasta la fecha de elaborar este texto era imposible conseguirlo vía electrónica, la página oficial no permite la entrada, la del congreso sólo consigna el posicionamiento de las fracciones parlamentarias antes de leerlo y hay poco o nada rescatable; la página de Facebook apenas reproduce algunos tuits y remite al sitio oficial que no abre, la opacidad absoluta. De todas formas el ritual se desarrolló igual que en años pasados, una entrega formal, apenas para cumplir con el requisito, en el congreso, sin importar lo que pudieran decir los diputados que se supone son representantes populares y debieran tener una opinión crítica; y después, con el pretexto de un mensaje a la ciudadanía, que no es tal, el intercambio de señales con una clase política empeñada en la autocomplacencia, en competir por los favores del “preciso”, en presumir con sus pares del control que ejerce sobre la demarcación que políticamente encabeza. Con todo, los rituales son útiles cuando todo permanece igual, dan una impresión, aunque sea falsa, de normalidad. Pero el contexto de este tercer informe es muy diferente a los anteriores, el país se debate en una pugna que ya desbordó lo puramente electoral y se ha transformado en un rechazo abierto a las formas tradicionales de hacer las cosas; esa falta de sincronía convierte una ceremonia de lucimiento personal en una provocación abierta, y eso tarde o temprano se paga con votos. No se puede utilizar la coartada de un mensaje a la ciudadanía para imponer una visión personal de las cosas, mucho menos declarar ganador electoral cuando los plazos legales no terminan y la instancia encargada de hacerlo ─el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación─ no se ha pronunciado; en otras circunstancias, lo que sería una simple anécdota, se percibe ahora como una agresión y desnuda la intención del declarante. Vamos, hasta los trucos de magia requieren de precisión, pero cuando el descaro le gana al mago, el truco se frustra y todo se va a la basura. Que las circunstancias no son las mismas queda claro con la aparición de protestas, más numerosas que antes, afuera del recinto mensajero; el desalojo torpe de dos manifestantes con una manta, por unos guaruras nerviosos al sentirse observados, grabados y exhibidos después en las redes sociales. Los acarreados se ven calladitos y obedientes, hasta parece que se conforman con lo obtenido, pero las apariencias engañan. Ni de chiste hubo la intención de un diálogo, sólo un monologo sin destinatario. Un fracaso de comunicación. Hay cosas que preocupan y no pueden quedar desplazadas por el tono pretendidamente triunfal de los llamados programas sociales, resulta clara la tendencia del actual gobierno por incrementar los castigos en lugar de prevenir las conductas delictivas. Las iniciativas de ley más prontamente atendidas son las provenientes de las oficinas del ejecutivo para elevar la penalización de delitos que correspondería prevenir en lugar de lamentar y castigar. Se prefiere llenar las cárceles que evitar las conductas que pudieran lastimar a los sectores más vulnerables de la sociedad. Tampoco puede ignorarse la visión que hay detrás de la militarización de supuestas zonas conflictivas ─allí están las bases militares gestionadas por el ejecutivo en la zona serrana─, esa visión feudal que predica, junto con los medios de comunicación, que las amenazas a las paz social son siempre externas porque los delincuentes traen placas de otros estados o porque siempre hay involucrado alguien no nacido aquí. ¿Qué se dijo respecto del retroceso en los indicadores educativos como la prueba ENLACE? ¿Porqué no hay un plan que contemple medios alternativos de transporte y no solo el siempre fallido reordenamiento de lo que ya existe? ¿Dónde está el proyecto del tren rápido que se anunció durante la veda electoral? ¿Dónde el plan de desarrollo que vuelva obsoletos e innecesarios los programas asistenciales, esos que realmente impacten en las causas de la desigualdad y no solo en los síntomas? ¿Cómo va el programa de valores que se implementaría en la educación básica y que se le arrancó a la secretaría respectiva para dárselo al DIF? Esas y otras dudas se quedarán porque sigo sin poder entrar a la página oficial de gobierno del estado.