sábado, 8 de agosto de 2015

PLANEANDO ANDAMOS

Más datos, más estadísticas; nos hundimos en un mar de cifras que no sirven para hacer nada. CONEVAL, INE, INEE, OXFAM, SEP, todas y cada una de las dependencias gubernamentales, organizaciones nacionales e internacionales no gubernamentales, financieras, de derechos humanos, de alimentación, de todo tipo tamaño y prestigio. Cada quien da números que pretenden, inútilmente la mayoría de las veces, atrapar una realidad que se presenta descuartizada y sin relación entre sus innumerables pedacitos. Pero es que nosotros, en el afán de disque conocer, la hemos partido para, después, tratar de rearmarla. Empeño fútil, la realidad es mucho más que la suma de sus partes. Pero bueno, hay más datos vertidos en números, en hojas de Excel que hay que descifrar, interpretar y ver si sirven para algo. Ahora se llama PLANEA, o sea, Plan Nacional para la Evaluación de los Aprendizajes, que sustituye al anterior ENLACE, Evaluación Nacional del Logro Académico en Centros Escolares, puras mayúsculas hasta marearse. Pero esa sustitución no significa equivalencia, así que partimos en este 2015, de cero. Dada la advertencia, hay que señalar que Querétaro, como entidad y tomando en cuenta los resultados generales de todos los alumnos que cursaban el último año o semestre de bachillerato o preparatoria este año, sea en planteles públicos o privados, independientemente del grado de marginación y sistema, alcanza el quinto lugar, sumando los “niveles de dominio” III y IV (que son los que implican un desarrollo aceptable de la competencias) en lo correspondiente a Lenguaje y Comunicación, 42.1, por encima del promedio nacional que es de 36; mientras que en Matemáticas logra un puntaje de 22, para quedar en sexto lugar nacional, cuyo promedio es de 18. Entre las características de dicha prueba según la SEP y el INEE (Instituto Nacional de Evaluación Educativa) están: “Es una prueba objetiva y estandarizada. Está alineada al Marco Curricular Común, en particular a los campos disciplinares asociados con las competencias de Lenguaje y Comunicación (Comprensión Lectora) y Matemáticas. Está conformada por 110 reactivos de opción múltiple, 50 que evalúan Lenguaje y Comunicación (Comprensión Lectora) y 60 de Matemáticas. Es una prueba criterial (palabra que no existe ni en el diccionario) que NO está diseñada para derivar conclusiones al respecto del desempeño de las escuelas o los docentes. Sus resultados NO deben tener consecuencias académicas o de otro tipo para los estudiantes, sus escuelas o los docentes.” Entonces ¿para qué sirve? Antes de intentar una respuesta veamos la siguiente información generada, también, por ambas instancias oficiales. “La evaluación del área de Lenguaje y Comunicación (Comprensión Lectora) explora la capacidad del alumno para comprender, analizar, interpretar, reflexionar, evaluar y utilizar textos escritos, mediante la identificación de su estructura, sus funciones y sus elementos, con el fin de desarrollar una competencia comunicativa y construir nuevos conocimientos que le permitan intervenir activamente en la sociedad. La evaluación del área de Matemáticas explora la capacidad para identificar, interpretar, aplicar, sintetizar y evaluar matemáticamente su entorno, haciendo uso de su creatividad y de un pensamiento lógico y crítico que le permita solucionar problemas cuantitativos, con diferentes herramientas matemáticas.” Podemos comenzar por cuestionar algunos de los supuestos en que está basada esa “evaluación”, primero porque se cree que “estandarización”, o sea, preguntarles a todos lo mismo, de la misma manera y al mismo tiempo, significa “objetividad”, sin tomar en cuenta que preguntar una cosa en lugar de otra ya lleva una valoración previa de “alguien” o “algunos” que consideraron que eso era más importante que otra cosa. El elegir las posibles opciones de respuesta también lleva cierta tendencia que pretende esconderse detrás de protocolos muchas veces absurdos, hasta en matemáticas donde se supone que sólo una de ellas es, o puede ser, la correcta. Ya vimos para qué no sirve. Pero hay que darle utilidad, no sólo para poner el cartelito o tremendo espectacular en la entrada de las escuelas supuestamente mejor calificadas, que además, en muchas ocasiones, son las que menos alumnos evaluados tienen, ya sea porque sus grupos son reducidos en número o porque prefieren darles asueto, el día de la aplicación, a los estudiantes que creen que pueden bajarles el promedio general. Sí puede ser útil cuando la misma escuela se compara a sí misma año con año, tomando en cuenta que su población estudiantil se renueva completamente cada tres años, en el caso de media superior, y que cada generación es completamente diferente a las anteriores. Pero sirve como un complemento al resto de las evaluaciones más cualitativas, valiosamente subjetivas y continuas. Otra cosa que hay que evitar es que esas pruebas y otras, como PISA, administrada por la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico, se conviertan en la currícula escolar, que determine los contenidos o formas de enseñanza y aprendizaje, que se establezcan como proyectos permanentes y excluyentes. Faltan más datos, de los que complementen la comprensión completa de una evaluación como esa, la parte de la contextualización todavía no aparece en la página de la SEP y es importante, porque así podremos entender el por qué los alumnos de una escuela tienen mejores resultados que otra, si el grado de marginación es determinante, si la adecuada infraestructura física cuenta, si la preparación meritocrática de los profesores es significativa o pesa más la creatividad de los mismos, si es mejor el conocimiento de los contenidos o la forma de procesarlos en el salón de clase, la pedagogía pues. Podemos presumir que con todo y que no estamos contentos con un sistema educativo producto de la complicidad entre dos mafias, las estructuras burocráticas y sindicales, tenemos resultados por encima del promedio nacional, pero debajo de lo esperado para un estado cuyo gobierno presume un crecimiento económico y un ambiente de seguridad y paz social excepcionales. Mientras, la inconformidad magisterial contra la mal llamada reforma educativa sigue, y ese ambiente es poco favorable para iniciar otro ciclo escolar; los profesores estamos cansados del hostigamiento continuo y de las campañas de desprestigio que han aterrizado en la pérdida de derechos laborales importantes, para favorecer la imposición de un proyecto que no es nuestro, que no atiende las necesidades y expectativas de una mayoría empobrecida y que mira, con asombro e indignación, cómo nos seguimos hundiendo en la corrupción, la desigualdad, la impunidad y la violencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario