domingo, 2 de agosto de 2015

INGRATOS

Lo que entró, salió; se hizo lo que se pudo. Dice el anecdotario de algunos queretanos de viejo cuño que así se dijo en un informe de gobierno municipal hace algunos lustros. Parece, en resumen, lo que se podría decir de algunos informes de gobierno de fin de administración estatal o municipal; como que les ganan las prisas, más si el veredicto ciudadano electoral no les fue favorable para continuar gobernando en la demarcación correspondiente. Ya nos tienen acostumbrados a que no existe el menor asomo de autocrítica, todo lo hicieron bien y si algo salió mal fue por causas externas, por traiciones, por desgracias. Los ciudadanos somos los ingratos por no reconocer lo buenos gobernantes que fueron o quisieron ser. Sexto informe de gobierno estatal, apenas 141 cuartillas llenas de fotos grandotas y muchos espacios en blanco, de tanto “aire” como dicen los diseñadores, el texto se ahoga. Se prefiere hacer al inicio una presentación que pretende resumir lo hecho pero que trasluce un estado de ánimo, ya no hay mensaje político, este se trasladó a un spot televisivo en donde el “creer” —o su carencia— parece más un reproche que un acto de buena fe. Para ser justos hay que reconocer que lo que dicen las cifras tiene que ser apreciado; en comparación con una clase política estridente y cínica, el gobernante queretano fue mesurado, si algo hay que reprochar es el excesivo control que se ejerció sobre unos acomodaticios medios de comunicación que poco o casi nada cuestionaron, y la unanimidad se volvió sospechosa. La credibilidad se derrumbó ante la carencia de voces críticas que le pusieran algo de color a lo brutalmente esplendoroso. Tantos años como servidor público y se parte de lo desconocido «Los queretanos esperaban un gobierno cercano, que llegara a los rincones más apartados de la geografía estatal para conocer, de primera mano, los retos que las personas enfrentaban, sus necesidades y sus anhelos». En un entorno descaradamente violento es posible presumir «Somos el segundo estado más seguro y el tercero más pacífico» y eso a pesar, o quizás gracias a la posición geopolítica, estamos en el centro del país, por aquí pasan las principales vías de comunicación terrestres y aéreas, por lo mismo es difícil hacer algo sin que alguien se dé cuenta. Y aun así nos deben la explicación de uno de los mayores narcolaboratorios del mundo, pegado a uno de los monumentos que identifican al queretano, el de Conín, un indígena que caracterizan como traidor de su cosmogonía e integrado a un cristianismo violentamente impuesto. Esa invención del Querétaro donde nunca pasa nada, comenzó a chocar con la cotidianidad de muchas víctimas de delitos comunes y no tanto. Poco ayudó que aquí se refugiaran algunos de los delincuentes más buscados del país y del mundo, que los operativos para su búsqueda y a veces captura contaran con el desconocimiento de las autoridades locales. Que, a final de cuentas, no es que en Querétaro no pasara nada, sino que preferíamos no enterarnos de nada. Esa ventaja de ubicación geográfica, ideal para las maquiladoras por la conectividad hacia sus países de origen y hacia su mercado principal, también por el poder aprovechar una mano de obra barata y dócil, además de las concesiones fiscales y de infraestructura, se supo aprovechar «El desarrollo económico se refleja en el crecimiento del Producto Interno Bruto estatal en 6 por ciento anual entre 2010 y 2015, 3 puntos arriba del promedio nacional». Pero ese desarrollo en lo macro crea distorsiones en lo micro, ser pobre en un estado caro se siente más feo por la desigualdad que implica. «En atracción de inversiones, nos ubicamos en el noveno lugar nacional en la preferencia para invertir. Dentro del sector aeronáutico ocupamos el primer lugar con el 48 por ciento de la inversión captada en el país. El periódico Financial Times, a través de la revista FDI Intelligence, posicionó a Querétaro como el quinto lugar con mayor atracción de inversión aeronáutica en el mundo. Asimismo, el estado se colocó en el primer lugar como la región más amigable para hacer negocios en el continente americano». Claro que hay que festejar lo anterior, viene dinero, se crean empleos aunque sean poco seguros por la alta rotatividad o no tan remuneradores como nos gustaría, pero este capitalismo depredador no deja mucho margen de maniobra, en el largo plazo se va más riqueza producida aquí, que la que se queda y hay que estar prevenidos para ello, no quedarse en el corto plazo. No se cayó en el endeudamiento irresponsable, el manejo de las finanzas públicas, en lo macro, fue austero y hasta inteligente «La estabilidad y solidez de las finanzas públicas han sido reconocidas por las mejores calificadoras internacionales, al otorgarle al estado la calificación de Muy Alta Calidad Crediticia». Pero se extraña la obra pública con vistas al futuro, todo se fue en parchar lo que había, se percibe que hubo favoritismo para unos cuantos a costa de todos los demás, allí están los fraccionamientos de lujo, con todos los servicios y hasta más, rodeados de colonias y barrios que les sirven de patio de servicio, de proveedores de personal doméstico, de albañiles, de plomeros, de lavacoches. Hasta la seguridad pública atendía con mayor atingencia esos guetos amurallados con policías privados, segregados de una realidad de la que no se pueden sustraer pero a la que agreden con su prepotencia. De lo más importante, de creer la cobertura que se difunde «Parte fundamental de nuestra política social fue el trinomio agua, luz y piso firme para todos». Porque ataca la raíz de graves problemas de salud e impacta directamente en la calidad de vida de los más pobres y que siguen siendo muchos. Nuestro territorio cae en la clasificación de semidesértico, con el agravante de que las tierras aptas para el cultivo las estamos utilizando para construir parques industriales que cambian radicalmente su vocación, que provocan cambios culturales bruscos en sus habitantes y los mete en dinámicas poco deseables: alcoholismo, delincuencia, adicciones, depresión y desesperanza, desintegración familiar y demás. También es cierto, se incrementaron sensiblemente las coberturas en educación y salud, dos temas en que había gran rezago, pero esos progresos se quedan en lo material si no se escogen funcionarios públicos con la formación adecuada, profesional y humana (aunque suene redundantemente estúpido) para esos puestos, y aquí nos quedaron a deber. Se notó el amiguismo, el pago de facturas políticas, la designación de responsables sin sensibilidad ni vocación, simplemente cobraron sus sueldos y prestaciones, se acompañaron de cuates y recomendados, y trataron de catapultarse a otros puestos. Pero con los resultados electorales en contra esos trampolines dieron en albercas sin agua. Más policías, más retenes con revisiones anticonstitucionales porque tratan al ciudadano como delincuente, más armas no resuelven la inseguridad. Para el crimen no hay más fronteras que una ciudadanía educada, que respete voluntariamente la ley porque así conviene a todos, no solo a unos cuantos que con el pretexto de la “reparación del daño” hacen lo que les da la gana porque tienen dinero para “reparar” lo que sea, ellos creen que hasta la vida y la dignidad de las víctimas. Se acaba el espacio y temas como el campo, el transporte, el turismo, la cultura y el retraso en el respeto a los derechos humanos de nueva generación, tan impropios para la conventualidad queretana, se quedan en el tintero. Otra vez será.

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