sábado, 30 de octubre de 2010

Puras Frustraciones

Sí hay buenas noticias, pero terminan ahogadas por la inmundicia de corrupción e impunidad que provoca nuestro sistema político y económico. No se vale hacerse pato –suponiendo que los patos sean igual de tontos o simuladores que los humanos—, o fingir demencia, ese falso neoliberalismo, que en nombre de “las libertades” está bien diseñado para concentrar la riqueza en poquísimas manos a costa de la miseria de millones de personas, que no encuentran salida alguna aunque se traguen todas las mentiras de los libros de autoayuda, también se aprovecha de las ganancias ilícitas de esas actividades, que a muchos nos siguen pareciendo despreciables, para seguir y conseguir su objetivo.

Durante muchos años a nuestras élites de todo tipo les ha parecido aceptable el narcotráfico, la corrupción gubernamental, la trata y el tráfico de personas, la venta de armas y lo que sea que se trate de conseguir dinero fácil y a montones, porque a fin de cuentas ese dinero sucio entra a los circuitos financieros de los que se alimentan y aprovechan. En este mismo semanario hemos dado cuenta del poder económico de la delincuencia organizada y de lo atractivo que resulta dejarlo crecer mientras no amenace a las cúpulas empresariales, políticas y religiosas; porque cuando se desarrolla demasiado y se sale de control tampoco respeta “derechos” de antigüedad, diferencias de clase, educación o buen gusto. Eso es lo que está pasando, el poder de la delincuencia organizada se desbordó y no respetó los límites que sólo existían en la cabeza de sus beneficiarios directos e indirectos, y comenzaron a atentar contra las familias y subordinados de empresarios, políticos y demás cómplices. Entonces se les declaró la guerra para “controlarlos”, pero como ocurre siempre, el monstruo se sale de control a sus propios creadores y según el secretario de gobernación, controlan 400 municipios y, podemos agregar, son muchos más donde sin ese control total ejercen fuerte influencia.

Las consecuencias allí están y lo consignaron los medios de comunicación la semana que pasó: “México obtuvo su peor calificación de los últimos 10 años en el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC). Fue calificado con 3.1, en una escala donde 10 es la máxima. En la lista de las 178 naciones estudiadas, México pasó del puesto 89, que obtuvo en 2009, al 98… Este índice es realizado anualmente por la organización Transparencia Internacional (TI)” Pero las mañas noticias vienen juntas, Milenio diario consignó que: “El Índice de Prosperidad del Instituto Legatum del Reino Unido señala que México se encuentra por debajo de países como Chile, Costa Rica, Panamá, Argentina, Trinidad y Tobago y Brasil… Mientras, la fundación alemana Konrad Adenauer presentó ayer su Índice de Desarrollo Democrático de América Latina, en el cual México descendió del quinto al séptimo lugar, en parte debido a la narcoviolencia.” Resumiendo, somos menos democráticos, más opacos y más corruptos que hace diez años, y eso que nos gobierna, en lo federal y en algunos estados y municipios, el partido de la decencia, las buenas costumbres y los valores humanos, aunque con tal de conservar el poder se convierten en lo contrario, en tricolores simulados o similares. Y luego nos metemos en discusiones bizantinas de que si las escuelas van a hacer puente en 1 y 2 de noviembre, o que las élites quieren más privilegios, más beneficios a costa de todos, por eso se niega la información de los créditos fiscales condonados por las autoridades hacendarias, que porque son “incobrables”; son 711 mil 626 créditos fiscales, que sumaron 73 mil 960 millones de pesos que se quiere se vayan al basurero del olvido y resulta que los demás contribuyentes no podemos ni debemos saber a quién se benefició con ello.

Por mi parte sigo haciendo mi luchita, aunque por más que marco al 071 para pedir que esa empresa de clase mundial me preste el yate que nadie quiere reclamar para pasearme en vacaciones, nadie me responde. Tampoco he tenido éxito para que hacienda me permita entrar a los regímenes especiales y dejar de pagar impuestos. El supersecretario Molinar Horcasitas no me quiere como sustituto de Televisa en la licitación 21 con Nextel. El Dr. Simi no quiere que cambie vales de medicina del IMSS por internet. Puras frustraciones.

Un agregado más, no contentos con las ejecuciones narcas, ahora la policía federal le entra al quite, asesinan a estudiantes en manifestaciones y a ciudadanos que disque no se detienen en sus retenes mal señalados y con patrullas sin balizar (sin torretas ni identificaciones)

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