MALDITAS MATEMÁTICAS
Joaquín
Córdova Rivas
Un
poco de historia no viene mal, más cuando sirve para entender el panorama
político actual de nuestro estado, quizás este “clavado” en las engañosamente
tranquilas aguas queretanas sirva para explicar lo que sucede con la actual corriente
“morenista”.
Ahora
cualquiera sabe que la reforma electoral de 1982 sirvió para despresurizar un
ambiente político que amenazaba con radicalizarse debido a la intransigencia
del partido oficial y sus satélites, para reconocer el crecimiento y
representatividad de una corriente de izquierda, que veía, en las elecciones,
la oportunidad de incluir sus propuestas en la agenda legislativa nacional.
Desde el movimiento ferrocarrilero de 1958, pasando por diferentes luchas
sociales que se expresaran en diferentes momentos posteriores (1966, 1968,
1971…), había la necesidad de abrir el abanico electoral porque, ante la
cerrazón oficial, la vía armada seguía siendo, para algunos, la única posible.
No
nos metamos en más fechas, basta decir que lo que queda de esa izquierda
histórica se encuentra en una coyuntura que comparte algunos elementos comunes
a la del proceso electoral de 1985 (antes del enorme fraude del 88).
Regresemos
a Querétaro. Una parte significativa de la izquierda local estaba agrupada en
el Partido Mexicano de los Trabajadores, surgido a mediados de los setenta y
dirigido por el expreso político, inventor e Ingeniero Heberto Castillo
Martínez. El llamado PMT por sus siglas, había solicitado su registro
condicionado en 1984 para participar en el proceso federal del año siguiente.
En ese momento recibimos varias visitas de dirigentes nacionales para solicitar
que fuera el PMT queretano quien se encargara de la parte operativa de la
campaña en la circunscripción correspondiente (que abarcaba varios estados
grandotes y por tanto importantes), dado que era uno de los comités más activos
y mejor organizados. El mensaje era claro, aunque nos negábamos a verlo:
Querétaro, con menos del 2 por ciento del padrón electoral, no era prioridad,
había que sacrificar a los cuadros locales para reforzar el trabajo en otros
lugares con mayor porcentaje de participación en las urnas y lograr, a pesar de
ataques, hostigamiento y la maquinaria del fraude, el registro definitivo.
La
meta se cumplió, para las elecciones federales de 1985 el PMT logra traspasar
el porcentaje mínimo para conservar su registro, mismo que serviría años
después como base para el registro del Partido Mexicano Socialista y la fusión
para formar el PRD viejo, el de los principios y no la caricatura actual. Para
una síntesis apretada están los múltiples artículos del propio Heberto Castillo,
de Eduardo Valle “el búho”, y de otros, en los medios escritos de la época, el
impactante trabajo de caricaturistas y artistas plásticos, los testimonios de
intelectuales y escritores, el trabajo fino de pemetistas que fomentaron
cambios legislativos importantes para el desarrollo de instituciones
“ciudadanizadas” y algunos que siguen en la brega, como Marco Eduardo Murueta,
proponiendo hasta nuevos modelos constitucionales. Una breve revisión se puede
hallar en: A
45 años de la fundación del Partido Mexicano de los Trabajadores - La Crónica
de Hoy | Rodolfo Torres | (cronica.com.mx)
Sobra
decir que los valiosos aprendizajes en la lucha sindical y social del PMT
queretano quedaron frustrados y postergados para continuarlos en otras
oportunidades, que no se concretaron porque las prioridades siempre fueron
otras y porque parte de sus liderazgos cayó en el pragmatismo del corto plazo,
cansados de una lucha desigual y desgastante.
El
proceso electoral federal de este año (2021), marca otra postergación para la
izquierda queretana refugiada en MORENA. En las prioridades pesa más la elección
de diputados federales porque hay que asegurar la mayoría legislativa, y los
procesos locales importantes quedan solo en estados donde hay cierta seguridad
de ganar sin distraer los escasos recursos con que se contará, frente al
dispendio del dinero privado prometido por cúpulas empresariales que han estado
perdiendo privilegios ilegales e inmorales.
Más
claro. MORENA priorizará las candidaturas federales a costa de algunas locales;
en el caso queretano, la propuesta de Celia Maya cumple con esos criterios.
Primero, ayuda a cumplir con la cuota de género; segundo, al ser un estado con
poco porcentaje en el padrón electoral no distrae recursos que tendrán que
invertirse en los 4 distritos electorales federales; tercero, queda, en algo,
fuera del desgaste que provocará el golpeteo por la gubernatura y las
presidencias municipales, que si bien se “reparte” alegremente el PRIAN —donde
las mismas familias de siempre aparecen en los dos partidos aparentemente
enfrentados— corre el riesgo de radicalizarse al ser más escasos los espacios a
repartir. MORENA participará de lleno en candidaturas locales donde tenga el
triunfo más seguro según sus propios cálculos, Zacatecas y Sonora podrían ser
ejemplo de ello, y algunas ciudades importantes, pero lo principal es conservar
la mayoría legislativa.
El
método de encuesta para definir las candidaturas locales en realidad encubre
ese pragmatismo electoral, a los morenistas queretanos les quedará la tarea de
ganar alguno(s) de los distritos federales de mayoría, allí es donde será la
batalla y donde pueden demostrar que están listos para ganar, a futuro,
presidencias municipales y la gubernatura con candidatos fuertes y no de
sacrificio, de perfil diferente y no figuras recicladas de otros partidos
políticos con las mismas mañas de siempre. Quizás exigir que un partido amalgamado
apenas en las banderas de la lucha contra la corrupción y la impunidad, muy
disperso en lo ideológico, presente un perfil definido a poco de su fundación
sea demasiado.
Las
inercias no se detienen en seco. Un sistema político tan corrupto como el
mexicano no cambia súbitamente ni solo por las buenas, hace falta mucho músculo
político durante un largo tiempo para revertir las prácticas y los daños de
décadas de corrupción e impunidad. Hay que construir Patria (así, con
mayúsculas) rompiendo moldes que se presentaban como los únicos posibles, a
costa de la pobreza y desigualdad de la mayoría.
En
otras coordenadas geográficas, los zapatistas planean una gira mundial para
relacionarse con otros movimientos sociales, pero nos deben la explicación de
porqué fracasaron en su intento de formar el FZLN —como un frente aglutinador
de múltiples organizaciones ciudadanas dispersas— en esa asamblea fundacional
que naufragó en Querétaro, después de su gira nacional. ¿Cómo se les ocurre que
tendrán éxito internacional si aquí no pudieron? ¿Dónde está la autocrítica que
a otros les reprochan?
Mientras,
nuestros vecinos del norte, andan fingiendo sorpresa e indignación porque,
creyéndose el país más poderoso del mundo, sucumben ante el embate de un puñado
de radicales. No es que los dejaran entrar al Capitolio, es que ya estaban
adentro desde hace más de cuatro años.
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