viernes, 14 de diciembre de 2018

UNA VERDADERA REFORMA EDUCATIVA

Joaquín Córdova Rivas La reforma educativa cambia de rumbo, esa podría ser una interpretación superficial, más correcto sería decir que ahora sí habrá reforma educativa, porque la anterior fue laboral, punitiva, administrativa en un sentido meramente burocrático y fiscalizador, que comenzó agraviando a los principales agentes de cambio, los profesores. Lo anunciado por el presidente de la república el 12 de diciembre no es un mero cambio de nombre, es una reorientación profunda en cuanto a la intención, la forma y el fondo, los contenidos, los valores y actitudes, porque lo que hicieron antes los gobiernos neoliberales fue una simulación multimillonaria, que no se sostuvo ni con sus propios indicadores. Vamos a tomar como muestra los resultados de la prueba que mide los aprendizajes en educación básica llamada PLANEA, cuyos resultados fueron dados a conocer unos días antes —27 de noviembre— del cambio en el ejecutivo federal. De entrada, se establece que dicha evaluación pretende medir los aprendizajes de nuestros niños mexicanos que: «Son fundamentales para el dominio de los conocimientos y habilidades de estos campos formativos —se refiere a Lenguaje y Comunicación y Matemáticas, cumpliendo con dos criterios—. Son relevantes para la adquisición de aprendizajes en otras áreas de conocimiento. Se espera que prevalezcan en el currículo, más allá de las modificaciones que éste suele tener a lo largo del tiempo.» Dicha prueba está diseñada con una escala entre 200 y 800 puntos con una media de 500 establecida en 2015. Los resultados en puntos se agrupan en cuatro niveles: el I y II llamados “insuficiente” y “básico”, el III y IV, llamados “satisfactorio” y “sobresaliente” que son los esperados si el sistema educativo en conjunto funciona bien. Aclarado lo anterior, los resultados para sexto de primaria en Lenguaje y Comunicación son, por niveles y en porcentaje: en I y II suman 82 por ciento; en III y IV apenas 18 por ciento. En matemáticas los resultados son: en los niveles I y II suman 77 por ciento, mientras que en los esperados después de seis años de escolaridad básica —sin considerar preescolar porque no se alcanza la cobertura total— son apenas de 23 por ciento. En Lenguaje y Comunicación, arribita del promedio nacional están los estudiantes de educación básica queretanos con 517 puntos, empatados en el cuarto lugar con los estudiantes de Aguascalientes. En Matemáticas con 515 puntos los estudiantes queretanos estarían en un hipotético sexto lugar. Pero esto no se traduce en incentivo alguno para el magisterio queretano, tampoco en una retroalimentación oportuna y suficiente para elevar, aún más, su desempeño. Hay datos muy interesantes que, al parecer, son tomados en cuenta para la propuesta de reforma educativa actual, y que no constituyen sorpresa alguna si se observa el fenómeno educativo en toda su complejidad. Por ejemplo, el puntaje promedio de los estudiantes según Recursos Familiares Asociados al Bienestar (RFAB), marca una diferencia significativa, entre más puntos obtienen las familias en este índice, mejores resultados tienen los niños en el aprendizaje de ambos rubros evaluados, la diferencia es de más de 100 puntos en Lenguaje y Comunicación entre los que tienen pocos recursos familiares y los que tienen más. En Matemáticas la diferencia entre unos y otros llega a ser de 80 puntos. Lo mismo ocurre —a pesar de la mayor dispersión de datos— si se compara el índice de Desarrollo Humano de cada Estado con el puntaje promedio en ambas áreas de conocimiento obtenido por sus niños en PLANEA, entre mayor sea el primero, mayor es el segundo. En comunidades pequeñas y/o alejadas de los grandes centros urbanos aún existen las llamadas escuelas multigrado, es decir, aquellas en donde al menos en un grupo se imparte más de un grado escolar. Generalmente se asocian a comunidades llamadas “marginadas” del desarrollo general de una región o de un país. Las diferencias en el aprendizaje también son significativas, las escuelas multigrado muestran resultados consistentemente inferiores a las de “organización completa”, siendo de 43 y 36 puntos la diferencia en las dos áreas de conocimiento evaluadas. También se consideró otra variable llamada y definida como: «Clima de participación y respeto (que) es cuando los docentes animan a los estudiantes a expresarse, promueven el diálogo y toman en cuenta la opinión de los estudiantes.» Casi resulta ocioso decir que, independientemente del tipo de escuela —Comunitaria, General Pública, Privada o Indígena—, también existe una relación directa, significativa, entre los temas que referimos. Otros rubros medidos que también impactan en el aprendizaje de nuestros estudiantes de educación básica son: «La expectativa académica (que) es el nivel de estudios al que los estudiantes aspiran alcanzar», entre mayor sea la primera más elevada es la segunda. También se mide y relaciona «El compromiso de los estudiantes (que) implica el interés, esfuerzo, atención y persistencia para realizar tareas escolares.» Para los que critican el programa de Becas Benito Juárez, se comprueba que el puntaje promedio de los estudiantes según condiciones de trabajo infantil y tiempo destinado al mismo es importante. Cuando los niños tienen que ayudar a familiares en su trabajo o negocio, o trabajar por cuenta propia o como empleado, sus aprendizajes son significativamente menores a quienes no tienen esa necesidad, por eso el trabajo infantil no es recomendable, pero en un país tan desigual como el nuestro, donde los ingresos de muchas familias no son suficientes con el trabajo de los adultos, numerosos menores tienen que ayudar en las actividades laborales. Lo peor y quizás más concluyente, en plena aplicación de la mal llamada reforma educativa neoliberal la diferencia en el aprendizaje en tres años, del 2015 a 2018, es de un “avance” de 1 y 3 puntos respectivamente, lo que rebasa con mucho el margen de “error” estadístico, y de vergüenza considerando que el promedio de la escala evaluadora es de 500 puntos. Ni por donde justificarse. Por eso y mucho más urge una verdadera reforma educativa.

LA DISCUSIÓN MORAL

Joaquín Córdova Rivas Parece una ocurrencia y hasta suena anacrónica. ¿Cómo se le ocurre a alguien proponer una “constitución moral” en plena época neoliberal? Pues precisamente por eso, porque el neoliberalismo actual carece de ética y de moral y su único objetivo es el enriquecimiento rápido y a costa de lo que sea. Pero de ninguna manera es una idea nueva, como lo muestra la doctora en historia Valentina Torres Septién, algunos de los más prominentes promotores de la educación en el Porfiriato como Gabino Barreda, Guillermo Prieto y Justo Sierra consideraban importante la existencia de normas que reflejaran los ideales de una sociedad en transición histórica: «Tanto Barreda como Sierra consideraban al Estado como el agente clave en el proceso educativo. El Estado debía inculcar virtudes cívicas y morales en todos los ciudadanos. Este concepto fundamental del pensamiento comteano y del liberalismo, reflejaba la postura de quienes tenían en sus manos el proyecto educativo. Estos ideales no chocaban con un sector de la sociedad que mantenía una mentalidad iniciática imbuida de ideales aristocráticos.» Gabino Barreda —primer director de la Escuela Nacional Preparatoria y encargado por Benito Juárez para preparar la Ley Orgánica de Educación Pública, decretada en 1867— coincidía en esos aspectos, por ello: «Para Barreda, la educación intelectual del individuo debía llevar a la reconstrucción de la sociedad. Consideraba, como Comte, que el amor, el altruismo y los sentimientos sociales eran el principio de la moralidad. En un ensayo de 1863, Barreda subrayó que si bien el gobierno no debía intervenir en la religión de sus gobernados, “puede y debe intervenir en su educación moral, adecuándola a las exigencias de la sociedad y de la civilización”.» https://biblat.unam.mx/es/revista/serie-de-historia-moderna-y-contemporanea-instituto-de-investigaciones-historicas-unam/articulo/manuales-de-conducta-urbanidad-y-buenos-modales-durante-el-porfiriato-notas-sobre-el-comportamiento-femenino Seguramente por esas raíces filosóficas positivistas, la idea de una Constitución Moral —de carácter no obligatorio— propuesta por Andrés Manuel López Obrador no ha sido tan polémica como se podría haber previsto, aunque falta la etapa de propuestas y discusión. Muchos políticos se pueden morder la lengua, en fechas más recientes a las del ensayo de Gabino Barreda, específicamente el 7 de marzo de 1983, el entonces presidente de la república, emanado del PRI Miguel De la Madrid, criticaba y proponía: «Estamos pasando por épocas difíciles y dolorosas, Los retos que avizoramos son imponentes; pero necesitamos abordar la superación de estos retos con vigor, con imaginación, con talento Y para ello es imprescindible la renovación moral de la sociedad Una sociedad que tolera, que permite la generalización de conductas inmorales o corruptas, es una sociedad que se debilita, es una sociedad que decae Y, desde luego acepto: la corrupción en el sector gubernamental es la forma más intolerable de inmoralidad social.» https://www.proceso.com.mx/133015/la-renovacion-moral-que-propone-de-la-madrid Y seguía, incluso con la idea de que la corrupción “se barre” de arriba para abajo: «debemos exigir una conducta intachable en los altos funcionarios Se gobierno con el ejemplo, y si bien muchas veces los fenómenos de corrupción se producen a escalones intermedios o inferiores, no cabe duda que muchas veces es producto del mal ejemplo que se da en los escalones superiores de la administración pública, ya sea federal, local o municipal. [...] Las leyes vigentes han sido desbordadas por la realidad y ya no ofrecen bases sólidas para prevenir y sancionar la corrupción que la conciencia nacional exige erradicar. Si la renovación moral de la sociedad que ordena el pueblo de México ha de cumplirse, hay que empezar renovando las leyes e instituciones que tutelan la realización de nuestros valores nacionales.[...] Renovar moralmente es seguir el ejemplo de la generación liberal, con Juárez a la cabeza; las conductas paradigmáticas de Zarco, Arriaga, Ocampo, los Lerdo de Tejada, Zaragoza, González Ortega y tantos otros que siempre pusieron por encima de todo, el interés de la República como valor supremo de la vida pública y privada. Renovaremos ahora siguiendo a Madero, Pino Suárez, Carranza, Cabrera, Bassols y tantos otros ejemplos de la Revolución que vivieron y transformaron de acuerdo con los valores que postularon. Renovaremos con lo mismo y por lo mismo: el amor y la lealtad a la Patria, el honor personal y nacional, el cumplimiento de la palabra comprometida, el respeto a las leyes e instituciones de la República, y la solidaridad con todos los mexicanos.» http://www.memoriapoliticademexico.org/Textos/7CRumbo/1982MMH-FundRenM.html Pero la idea del nuevo gobierno parece ir por otra vía, uno de los encargados de dirigir la redacción del documento Jesús Ramírez, explicó que el objetivo es «hacer un compendio de valores, ideas, que puedan ayudar a la transformación (del país) desde la perspectiva de la moral y la ética [...] como una forma de reflexionar la idea de que para constituir una sociedad, incluyente, democrática, libre, necesitamos replantearnos los valores, y que ese trabajo es un trabajo que le toca a la sociedad, al gobierno y a los medios de comunicación. [...] y la idea es hacer énfasis en los valores que puedan ayudar a la transformación del país. Necesitamos volver a recuperar la educación cívica, la ética como parte de la formación educativa y eso también tendrá que ser reflejado a nivel del gobierno, (en) un código de ética de los funcionarios [...] no es una constitución jurídica, no es una ley que vaya a ser obedecida como tal...» No es un esfuerzo inútil, reflexionar sobre los valores que hemos estado dejando de lado por un pragmatismo inútil e injusto servirá para reestablecer ese tejido social desgarrado, para recuperar formas de convivencia pacíficas ya perdidas, para no desgastarnos en enfrentamientos fratricidas y enfocarnos en vivir bien. No todo tiene que judicializarse, llegar a los tribunales, cuando podemos evitar dañarnos los unos a los otros, siempre y cuando el trato sea recíproco y asumido voluntariamente, porque nos conviene a todos. Foto: Mariana Córdova.