sábado, 5 de diciembre de 2020

INFANCIA Y DESTINO

 


INFANCIA Y DESTINO

Joaquín Córdova Rivas

 

¿Qué recordarán nuestros niños cuando sean adultos, cómo impactará su comportamiento la calidad de vida que tienen hoy? UNICEF México presentó su informe anual correspondiente al 2019 y los datos son importantes para entender este presente que se volvió, repentinamente, más complicado, y un futuro que creció en incertidumbre, en el no saber hacia dónde vamos en el corto plazo. Esa instancia de la Naciones Unidas especializada en la infancia y adolescencia recopila cifras obtenidas en distintos estudios enfocados en esa etapa definitoria de la vida de cualquier ser humano.

 

En nuestro país hay «39.8 millones de niños y adolescentes —12.7 millones son menores de entre 0 y 6 años—, de ellos, el 49.6 por ciento vive en situación de pobreza; el 80 por ciento de los niños en 6º de primaria no alcanzan los aprendizajes esperados para su nivel educativo; 63 por ciento de niños entre 1 y 14 años han sufrido algún tipo de violencia en el hogar —4 de cada 10 probables violaciones sexuales sucedieron en sus entornos más cercanos y cotidianos—; 35.6 por ciento de entre 5 y 11 años padecen sobrepeso y obesidad.» Informe Anual 2019 | UNICEF

 

Para dimensionar el “éxito” de las políticas públicas según nuestras —a veces maquilladas cifras oficiales— muestran que: «La pobreza infantil en México sólo disminuyó 0.8 puntos porcentuales del 2008 al 2016.»

 

Además del panorama general, UNICEF informa de las acciones realizadas para orientar la acción y aportaciones de 59 mil socios mexicanos, para una revisión completa sugerimos remitirse al informe, por ahora nos centraremos en los datos duros, esos que demuestran que nuestros niños y adolescentes podrían vivir mejor, disfrutar plenamente de esta etapa de su vida, y en muchos casos no lo están haciendo por factores fuera de su alcance y voluntad.

 

La pobreza, la mala alimentación, las carencias graves se revelan en que «18 por ciento de los niños menores de 5 años no tienen un adecuado nivel de desarrollo.» Y aun así niños de otros lugares cruzan nuestro territorio buscando una vida mejor: «En 2019, se detectaron 51,999 niñas, niños y adolescentes migrantes, de los cuales 23 por ciento viajaban solos.»

 

Y solo se consideran datos oficiales, faltaría saber de cuánto es el subregistro de esos niños y adolescentes migrantes, de lo que se sabe: «51, 999 niñas, niños y adolescentes extranjeros registrados en las estaciones del Instituto Nacional de Migración; 94% —48,607 — eran niños, niñas y adolescentes de Centroamérica; 23% eran adolescentes que viajaban solos. Procedían de: 31.2% Guatemala, 47.2% Honduras, 13.2% El Salvador.»

 

De allí la necesidad de actualizar algunos de los preceptos legales para enfrentar esos y otros retos. La propuesta de nueva Constitución, de la que escribimos la semana pasada en este espacio, establece que: «Artículo 58. Concepto de familia. Familia es el grupo de personas que tienen una identidad compartida debida al parentesco consanguíneo o voluntario, cuyos lazos afectivos son intensos y la estabilidad y bienestar emocional de cada uno es atendido por el grupo, por lo que se apoyan mutuamente, comprenden las situaciones que cada quien vive y realizan acciones solidarias entre sí. La familia es el ámbito propio de las relaciones de pareja, padres-hijos y entre hermanos, sin menoscabo de otras relaciones familiares. Los infantes y adolescentes tienen prioridad para ser atendidos, educados y respaldados moral, afectiva y económicamente, para su participación social sana.»

 

No es magia, es educación. Ser padres o tutores requiere de conocimiento, de practicar y ser ejemplo en valores convenientes para la persona y la colectividad: «Artículo 63. Educación de padres, madres y tutores. Los padres y la comunidad deben ser absolutamente respetuosos de la integridad corporal y psicológica de los niños, evitando someterlos a castigos, manipulaciones psicológicas y/o dejar de brindarles atención y cuidados necesarios. El establecimiento de derechos, obligaciones y límites en los niños y adolescentes debe realizarse afectivamente, con base en los valores y principios de esta Constitución, dando razones y poniendo el ejemplo. Quienes tengan hijos menores de 15 años tienen el derecho y el deber de acudir a los talleres de las Escuelas para padres, madres y tutores programados e impartidos en las instituciones de educación básica, siendo obligatorio para quienes tengan hijos inscritos en la escuela respectiva. Las instituciones y las empresas deben facilitar la participación de los trabajadores en dichos talleres. Artículo 64. Organización y convivencia familiar. Es necesario que los integrantes de la familia tengan tiempo suficiente para la convivencia, por lo que no debe haber excesos frecuentes de horas laborales o escolares.»

 

En fin, la situación de nuestra infancia y adolescencia refleja fielmente esa crisis dentro de la crisis de un sistema político y económico insostenible, ese que se trata de cambiar, con múltiples resistencias de sus escasos pero poderosos beneficiarios, en el tiempo más corto posible. La polarización social no es nueva, está anclada en las desigualdades sociales, en las corrupciones e impunidades de unos cuantos a costa de los muchos otros. No es de discurso, es de hechos, es de injusticias generacionales, es de valores contrapuestos. Y los pagamos desde la infancia.

lunes, 30 de noviembre de 2020

PROYECTANDO EL FUTURO

 


PROYECTANDO EL FUTURO

Joaquín Córdova Rivas

 

Después de décadas de saqueo sistemático, de corrupción cupular generalizada, de violencia y delincuencia organizada desde la élite gobernante, los intentos por llevar a la justicia a unas cuantas de las cabezas visibles de ese criminal desbarajuste, apenas alcanzará para una mínima conformidad social con fecha de caducidad cada vez más próxima.

 

De allí la necesidad de organizar, proponer, recopilar, ordenar y llegar a acuerdos acerca de un marco legal que reconozca las desigualdades, que recupere las demandas de luchas sociales históricamente reprimidas, que recoja las aspiraciones de esas mayorías silenciadas e invisibilizadas mediática y políticamente.

 

Hay personajes, líderes sociales, organizaciones gremiales que denuncian, demandan y proponen. Algunas se organizaron con un objetivo común: trabajar en una nueva constitución para nuestro país. Se trata de aprovechar lo avanzado y evitar retrocesos, porque hasta ahora el gobierno federal, la 4T como se la ha dado en llamar, está trabajando dentro de los estrechos márgenes de una legalidad mañosa, tramposa y rebasada; porque no hay de otra.

 

Si todo salió de acuerdo con lo programado, el pasado 25 de noviembre se presentó la propuesta de:

 

«La Nueva Constitución Mexicana 2021, en el contexto del Siglo XXI, retoma el espíritu social de la Constitución de 1917 y recoge el legado de las culturas originarias y de las luchas sociales de nuestra historia. Como síntesis del pensamiento nacional, latinoamericano y universal, plantea un nuevo diseño político, económico, cultural, educativo, ecológico y jurídico para una vida satisfactoria de todos los mexicanos, de las familias y de las comunidades. Garantiza la soberanía nacional y la independencia del país, con una democracia real en la que el pueblo toma las riendas de su destino, y no una oligarquía. Hace realidad la Sociedad del Afecto, combinando afectividad y sistematicidad, de tal manera que cada persona y cada familia cuidan de la comunidad y ésta se encarga del mayor bien de todos sus integrantes.» Nueva-Constitución-Mexicana-2021.pdf (cnpm.mx)

 

Según el boletín de prensa, que sintetiza los aspectos fundamentales y firmado por quienes intervinieron, con sus ideas y trabajo:

 

«el sistema económico capitalista continúa empobreciendo a los pueblos del mundo y depreda la naturaleza del planeta; los mexicanos continuamos viviendo en crisis por la grave descomposición y sometimiento a intereses antinacionales de casi todos los gobiernos federales, estatales y municipales que hemos padecido desde 1940. La mayoría de los gobernantes en México han estado sometidos a gobiernos extranjeros y han permitido la entrega, el despojo y el saqueo de nuestros recursos naturales. La gran mayoría de la población padece un grave y progresivo deterioro económico y vive en la marginación, en la pobreza y en la pobreza extrema, mientras unos cuantos ocupan los más altos niveles de riqueza mundial. La corrupción, impunidad y conflictos de intereses son características de la mayoría de quienes han ocupado los cargos públicos de 1940 a la fecha. Se ha traicionado el espíritu de la Constitución de 1917 con las reformas que se le infligieron entre 1988 y 1994, y entre 2006 y 2016. Se ha dañado gravemente a la Nación con el genocidio que significan decenas de miles de ejecuciones, feminicidios y desapariciones forzadas desde 2006 a la fecha. Existen altos niveles de violencia generalizada y cotidiana que afectan a todo el territorio nacional. Hay desesperación, frustración y furia en la mayoría de la población por el cúmulo de injusticias y violaciones a los derechos humanos, individuales y colectivos, que desde hace décadas se han venido padeciendo y siguen creciendo en todo el país. Se han traicionado los intereses populares por parte de la partidocracia vigente y de supuestos representantes del pueblo que participan en ella. Continuamente se tergiversa y se manipula la información por parte de la mayoría de los medios masivos de comunicación. Se han despedido, censurado, reprimido, asesinado y desaparecido a una gran cantidad de periodistas y luchadores sociales. Se ha roto el pacto federal a través de la centralización de la economía y la política. Se han venido destruyendo y contaminando los bienes naturales como aguas, bosques, ríos, generando un ecocidio por la desaparición de especies animales y vegetales, motivados por la apropiación privada y la devastadora explotación minera, petrolera y agrícola. Han surgido movimientos dispersos y permanentes, en nuestro país y en otros países, especialmente los movimientos de jóvenes y de mujeres, en demanda de justicia. Se han realizado varios esfuerzos complementarios de unidad en la diversidad para abrir un nuevo proceso constituyente y establecer otra forma de gobierno en el país.»

 

Una propuesta interesante, que considera las necesidades presentes y futuras, que organiza demandas tradicionalmente dispersas porque las organizaciones ciudadanas se han especializado en cierto tipo de luchas: ecologistas, por la defensa de la tierra, por una economía solidaria, por una educación popular, por la diversidad política y cultural, feministas, por la pluriculturalidad, y un largo etcétera cristalizado en 248 artículos más 14 transitorios; 11 títulos con su articulado respectivo.

 

A final de cuentas se trata de considerar lo que hemos sido para proyectar lo que queremos ser, es la ambiciosa, pero factible propuesta de una “Constitución Política de la República Federal y Pluricultural de México 2021”, concentrada en un lema interesante: “Sociedad del Afecto: democracia, justicia, equidad, fraternidad y libertad plenas, en armonía con la naturaleza.”

 

Cambiando de tema, el conjunto urbano llamado Central Park en la capital queretana, constituye para algunos el símbolo de progreso y éxito que quisieran tener. Recuerdo dos alumnos de bachillerato que ansiaban llegar a tener su oficina o departamento allí, incluso publicaban fotos (selfies les dicen ahora) teniendo como fondo esos edificios que ni siquiera pagan el predial y han tenido los típicos problemas de las construcciones faraónicas irregulares. Central Park sigue debiendo 69 millones de pesos al municipio de Querétaro: Secretario de Finanzas (andresestevez.mx). El tema viene a cuento por la ejecución reciente de quien se ostentaba como uno de sus dueños quien tenía otros complejos de oficinas y habitacionales en varias partes del país. Lo menciono porque algunos de nuestros jóvenes se están inspirando en ese tipo de “ejemplos” para considerarse alguien en la vida, habría que darles otros como alternativa válida y disfrutable.

 

Algo extra. A invitación de otro exalumno, ahora Licenciado en Educación Musical por la UAQ-SJR, asistí virtualmente a la ceremonia de titulación de una generación de virtuosos jóvenes (y no tanto) que pretenden contagiar con su pasión artística a niños y adolescentes mexicanos. Tenochtzin Esquivel Lugo y sus compañeros, representan lo mejor de la educación pública de este país, y la esperanza para hacer placentera la vida de muchos a pesar de las desigualdades e injusticias actuales, que esperamos erradicar, ayudando a la construcción de ciudadanía a través de las artes y de lo que se pueda.

 

Por último, poner la lupa sobre la comisión de Trabajo y Previsión Social de la actual legislatura queretana, que tiene un rezago de meses, y en algunos casos de años, en el dictamen de pensiones y jubilaciones de los trabajadores al servicio de los poderes del estado, ni siquiera son eficientes para contestar los correos o consultas que los ciudadanos les hacen, comenzando por su presidente el morenista Néstor Gabriel Domínguez Luna. A ver si le echan más ganitas que para eso se les paga.

PARIDADES

 


PARIDADES

Joaquín Córdova Rivas

 

Ser mujer en un país de machos —¿habrá alguno que no lo sea? — es remar a contracorriente todos los días y en todos los espacios. A veces se llega a ignorar que lo hasta ahora logrado tiene historia, se toma como algo “natural” y que no hay que investigar para seguir avanzando.

 

Y entonces parece que la historia se repite. Ahora que los partidos políticos quieren simular —otra vez— que cumplen con la paridad de género para determinar sus candidaturas, les molesta que la autoridad electoral sea más específica y les cierre el paso a algunas de sus mañas.

 

Aunque parece que fue ayer, a mediados de la década de los 90 del siglo pasado, el PRD queretano —muy diferente al de hoy— presentó como iniciativa dentro del proceso de reforma electoral, la propuesta de la paridad de género en las candidaturas en el estado. La propuesta no tenía mucho futuro a pesar de que se incluyó en un foro de consulta realizado en la sede del Consejo Electoral. La anécdota ya la conté en este espacio hace algunos ayeres. Picado por la curiosidad acudí a dicho foro con la sorpresa de que no había nadie de dicho partido que la presentara y la defendiera. El público era mayoritariamente femenino, recuerdo a sindicalistas del IMSS y de TELMEX que tampoco estaban muy convencidas con eso de las “cuotas” de género para los cargos de elección popular. Así que, con la pena, como “asesor” del PRD para esa reforma, tuve que presentarla, explicarla y defenderla. En ese grado de incredulidad y convencimiento estábamos, un macho impulsando un punto clave de la agenda feminista.

 

Las feministas de aquella época no estaban de acuerdo con las “cuotas”, creían, con algo de razón, que era una concesión meramente numérica y que no atendía al mérito y capacidad de las mujeres para ocupar cargos de elección popular. Era como despreciarlas. Ante la improvisación el argumento tuvo que ser muy sencillo. Primero, la población se divide por mitad entre ambos géneros, las listas de electores también. Segundo, hay una sobrerrepresentación de hombres en todas las candidaturas, en todos los cargos de elección popular, por la simple razón de que las directivas de los partidos políticos han estado históricamente conformadas por hombres. Tercero, si no hay legislación que obligue a los partidos a tomar en cuenta esa paridad poblacional, a estos no les va a interesar establecer mecanismos internos de capacitación y representación igualitaria, así que, no existía un piso parejo para que las mujeres pudieran exigir se les reconociera su capacidad, experiencia y mérito. Cuarto, la propuesta no estaba destinada únicamente para las mujeres, puesto que vislumbrábamos un futuro donde los hombres tuviéramos que invocar esa paridad ante el avance de las contrapartes femeninas.

 

Quedaba claro que no era un asunto de “cuotas” sino de equidad, de romper con esquemas que el machismo imperante en la sociedad y en los partidos consideran “naturales” —algunas y algunos todavía se resisten, según les convenga—.

 

El empujón vino de la reforma federal, donde también avanzó esa propuesta y no hubo pretexto para no incluirla en la ley electoral estatal.

 

Ya sabemos que los partidos políticos son un costal de mañas, a la paridad respondieron registrando a mujeres a puestos de elección que sabían que no ganarían, solo para cumplir el requisito. Se trabajó contra eso y respondieron con las “juanitas”: candidatas femeninas ganadoras que “misteriosamente” renunciaban para que su suplente masculino asumiera el cargo. El escándalo fue monumental, pero lo siguen haciendo cada que pueden. O simulaban cumplir “repartiendo” las candidaturas de menor importancia para cada fuerza política o, en el peor de los casos, postulando a mujeres que piensan y se comportan igual o peor que sus compas masculinos. Como ejemplo está nuestra actual legislatura.

 

Esos avances se dieron gracias a las luchas de las feministas que evidenciaron las desigualdades de género, esas que fundaban revistas, que se abrieron campo y participaron en cuanto espacio radiofónico o televisivo lograban, con argumentos, con propuestas concretas y con iniciativas de ley. Esas que ahora son despreciadas —paleofeministas les llaman— por grupos que desdeñan lo alcanzado con mucho esfuerzo y en condiciones más difíciles que las actuales. Para una revisión pormenorizada, no única, vale la pena releer la revista fem: https://archivos-feministas.cieg.unam.mx/publicaciones/fem.html

 

Por ejemplo, en su revista 155 del año de 1996, Anna M. Fernández Poncela escribía: “La vida política está configurada en función de los hombres, desde los temas a los horarios, pasando por el estilo de trabajo, hegemonizada por un modelo androcéntrico. Hay que preguntarse también, qué significa hacer política desde las mujeres, esto es, desde construir un concepto no sexista de la misma, hasta la inclusión de la experiencia de los cotidiano y lo doméstico, ampliando y complejizando su campo semántico... En el nivel de la práctica política, la actuación pasa por el establecimiento de “estrategias afirmativas”, para fomentar la presencia política de las mujeres, tanto en su participación electoral como en el acceso a cargos altos con poder de decisión; pero y sobre todo, más que el incremento numérico de éstas lo importante es que los temas, los intereses y las necesidades de las mujeres sean asumidos por la sociedad en su conjunto e incluidos en la agenda política del país. Porque como ya se ha visto, ser mujer no garantiza tener conciencia de género y las mujeres pueden reproducir el modelo cultural dominante”.

 

Ahora, la autoridad electoral, viendo las mañas de los partidos, impone nuevas reglas que no se quieren acatar. Dania Ravel escribe el 18 de noviembre: “Exigir la paridad en las postulaciones garantiza la participación real y efectiva de las mujeres, así como su inclusión en la vida pública del país. Esto toma relevancia, sobre todo si queremos consolidar una democracia igualitaria, incluyente, libre de discriminación y violencia. No debe seguirse postergando la incorporación efectiva de las mujeres en espacios de toma de decisiones. El Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) tiene la facultad de emitir criterios para materializar dicho principio constitucional en las postulaciones a gubernaturas, donde las mujeres han tenido ínfimos niveles de participación. Debido a ello, el pasado 6 de noviembre, aprobamos un acuerdo a través del cual emitimos directrices para la implementación y cumplimiento del principio de paridad de género en cargos tan políticamente relevantes como lo son los gobiernos estatales. Entre ellas, se estableció que en las próximas elecciones los partidos políticos tendrán que asignar mujeres en al menos 7 de las 15 candidaturas para las titularidades de los poderes ejecutivos locales.” https://centralelectoral.ine.mx/2020/11/18/el-espiritu-de-la-paridad-articulo-de-dania-ravel-publicado-en-el-heraldo-de-mexico/

Hasta parece que nos estamos regresando más de treinta años en la vida política de este país, y todo por no saber.

 

 

 

 

SECTAS DESTRUCTIVAS

 


SECTAS DESTRUCTIVAS

Joaquín Córdova Rivas

 

La tentación en la yema de los dedos. Con la condena de 120 años de prisión a su líder resulta fácil revictimizar a sus integrantes, más si estos resultan miembros de las familias más poderosas del país, ya sea por su riqueza inexplicable o por su relación con grupos políticos y empresariales. Parecería que formar parte de una secta sería otra forma de posicionarse para abusar o potencializar el poder que ya tienen, no porque se lo hayan ganado, sino porque lo “heredaron” de algún antepasado con antecedentes poco presumibles.

 

Pero las sectas no son un fenómeno tan nuevo como a veces parece. No hay tiempo para una revisión histórica pero sí para plantear algunos aspectos básicos y remitirse a una bibliografía escasa por la dificultad para abordar la variedad del tema.

 

Primero la palabra. “La raíz etimológica del término castellano «secta» se halla precisamente en el verbo latino secare: cortar, separar, romper con... Otros, ya se ha recordado anteriormente, piensan en el verbo sequi: seguir, optar por... La secta opta por un camino nuevo, sigue una inspiración, corre tras un líder y unas directrices capaces de llevar en pos de los mejores y más selectos espíritus.” Para conocer las sectas. Panorámica de la nueva religiosidad marginal. Juan Bosch. Editorial Verbo Divino. España. 1993. https://www.academia.edu/22498430/LAS_SECTAS_1_i

 

No todas las sectas son iguales ni tienen los mismos objetivos, por ahora solo nos centraremos en lo que se ha dado en llamar las “sectas destructivas” para diferenciarlas de otros movimientos que tienen otras intenciones.

 

Para unos, este tipo de sectas pueden definirse por sus características, por ejemplo: «A este respecto el Dr. Lifton, psiquiatra y sociólogo define sus características así:

1. Control de la atmósfera social y de la comunicación humana. Esto es obstaculizar la comunicación entre las personas dentro del grupo, pero también consigo misma, es decir evitar cualquier tiempo para la autoreflexión.

2. Manipulación mística. Se recrean una serie de atmosferas donde aparecen eventos o situaciones que dan la apariencia o el sentir de ser algo “mágico”, pero que en realidad han sido planeadas con anticipación para generar tal percepción.

3. Redefinir el lenguaje. Se instala la utilización de ciertas palabras, códigos o claves que solo adquieren sentido dentro del grupo y sus miembros.

4. La doctrina es más importante que la persona. Como lo define, nada importa el problema singular del sujeto del grupo, lo único relevante es el sostenimiento del grupo y sus dogmas en forma totalitaria, por lo que la situación de la realidad del sujeto en cuestión queda ensombrecida.

5. La ciencia sagrada. Los estatutos, reglas y dinámicas del grupo son incuestionables ya que crean la idea de ser científicas, verdaderas y absolutas como su líder.

6. El culto a la confesión. Una constante manipulación se logra por la confesión constante de la vida de los momentos más íntimos y dolorosos de los miembros frente a todos para después usar esta información para vigilar, denigrar y castigar.

7. Demandas de pureza inalcanzables. Dichas demandas son para lograr la “perfección” de cada uno de los miembros, generando castigos por no lograrlos y después introyectar un autocastigo de los mismos.

8. La dispersión de la existencia. Constantemente el grupo evalúa quien tiene derecho a existir según los beneficios del líder, no hay decisiones equitativas sino tajantes.» Citado en: Ensayo crítico sobre coaching en México. Las nuevas organizaciones (sectas): desde la Filosofía y Psicología. Psic. Betzabé Ávila López. https://www.academia.edu/14059091/sectas_and_coaching

 

En ese entorno, donde un líder se presenta como alguien fuera de lo común por ser “la persona más inteligente del mundo”, que exige una disciplina absoluta y que domina una estructura piramidal de discípulos que se convierten en cómplices, es fácil caer en abusos de poder y conductas ilícitas, por ello se esperan los resultados de la investigación a esos adeptos que disfrutaban del poder que les otorgaba la cercanía al líder, y sus respectivas condenas.

 

Quizás la definición más completa de secta destructiva sea todavía, la de P Rodríguez, Esclavos de un mesías, Elfos Barcelona 1984. Páginas 25, 26. Citado por Bosch.

 

«"secta destructiva" a todo grupo que se ajusta a los siguientes puntos: 1. Grupo cohesionado por una doctrina (religiosa o socio-religiosa) demagógica y encabezado por un líder carismático que es la divinidad misma o un elegido por ella; o bien un poseedor de la "verdad absoluta" en cualquier ámbito social. 2. Estructura teocrática vertical y totalitaria, en donde la palabra de los dirigentes es dogma de fe. Los líderes

intervienen hasta en los detalles más íntimos y personales de sus adeptos y exigen que sus órdenes sean ejecutadas sin la menor crítica. 3. Exigen adhesión total al grupo y obligan (bajo presión psicológica) a romper con todos los lazos sociales anteriores a la entrada al culto: padres, pareja, amigos, trabajo, estudios, etc. 4. Viven en comunidades cerradas o en total dependencia del grupo. 5. Suprimen las libertades individuales y el derecho a la intimidad. 6. Controlan la información que llega hasta sus adeptos, manipulándola a su conveniencia. 7. Utilizan sofisticadas técnicas neurofisiológicas -enmascaradas bajo la "meditación" o el "renacimiento espiritual"-

que sirven para anular la voluntad y el razonamiento de los adeptos, causándoles en muchos casos lesiones psíquicas graves. 8. Propugnan un rechazo total a la sociedad y a sus instituciones. Fuera del culto, todos somos enemigos (polarización entre el bien-secta y el mal-sociedad), la sociedad es basura y las personas que viven en ella sólo interesan en la medida en que puedan servir al grupo. 9. Sus actividades primordiales son el proselitismo (conseguir nuevos adeptos) y la recolección de dinero (cuestaciones callejeras, cursos, actividades comerciales e industriales e incluso claramente delictivas). En el caso de las sectas multinacionales, el dinero es enviado en buena parte a las centrales de cada grupo. 10. Bajo coacción psicológica, obtienen la entrega del patrimonio personal de los nuevos adeptos a la secta o de grandes sumas de dinero en concepto de "cursillos" o "auditorías". Los miembros que trabajan en el exterior del grupo entregan todo o gran parte de su salario a la secta. Y los que trabajan en empresas de culto no cobran salarios (las nóminas de esas empresas sólo son una cobertura ilegal, ya que nunca se hacen efectivas -o devuelven el dinero- para sus miembros-mano de obra)».

 

La duda permanece y habrá que esperar más información, adicional a lo que pueda recabarse en un documental o serie televisiva ¿Por qué los juniors de familias poderosas parecen tan proclives a formar parte de este tipo de organizaciones? ¿Qué moral o ética los guía para aprovecharse de los demás?

 

MUCHO MÁS QUE DINERO


 MUCHO MÁS QUE DINERO

Joaquín Córdova Rivas

 

Lo que está en juego no es solo las millonarias cantidades de pesos o dólares, esa es una de las muchas formas de medir daños que de por sí son incalculables. Duele que apenas nos conformemos con lo monetario, como si no existieran otras maneras de exhibirlos, de reprocharles, de exigirles arrepentimiento público, porque para la reparación del daño y el perdón no les va a alcanzar nunca.

 

Al jocoso Javidú, Javier Duarte y sus gracejadas, no se le puede perdonar el clima de terror y violencia en que sumió a su jarocho estado, el asesinato de periodistas como forma de silenciar sus sinvergüenzadas (Regina Orozco y tantos otros) –con todo y su costoso fideicomiso de protección a periodistas y defensores de derechos humanos— los pactos con grupos del crimen organizado que desaparecieron, secuestraron, extorsionaron, ejecutaron a quienes les pedían que hicieran su trabajo y a simples ciudadanos para mantenerse en el poder porque solo su esposa y él “merecían abundancia”.

 

Lo mismo podemos decir de tantos sinvergüenzas, de esos políticos que llegaron a tener responsabilidades que nunca cumplieron, que con la retórica de valores conservadores engañaron a sus electores para después sumirse sin el menor recato en la corrupción. Allí está el otro Duarte, sus antecesores y los actuales, y su aparato de simulación al desnudo en casos como los de los feminicidios de ciudad Juárez, como los de Marisela Escobedo y su hija, como los de las hijas de muchos otros.

 

Casi podríamos seguir estado por estado, sexenio por sexenio, en el caso de muchos municipios trienio tras trienio, con una casta política, militar, opinócrata, empresarial y religiosa que abusaba y lo sigue haciendo, que utiliza las diversas formas de violencia para enriquecerse y concentrar un poder que debiera servir para lo contrario que hacen. Imponiendo su visión de las cosas para exprimir y reprimir a quien les estorba, a quien no está de acuerdo con su forma perversa de vivir a costa de los demás.

 

Desviar y robarse recursos públicos no es cosa de pesos y centavos. Es la disminución medible de calidad de vida para millones de mexicanos, la falta de oportunidades, el crecimiento de las desigualdades sociales y la pobreza, la falta de acceso a la educación, las carencias en los sistemas de salud pública, el salario insuficiente, la inseguridad, la injusticia, el sentirse vulnerable porque esos poderosos inventan sus presuntos culpables (el caso Wallace, por ejemplo).

 

No es solo dinero, ni cuentas en paraísos fiscales, ni casas en Miami, Nueva York o en cualquier ciudad o playa privatizada, tampoco los castillos en la vieja y decadente Europa, son los miles de muertos, de desaparecidos; de desplazados que abandonaron sus viviendas, sus negocios, sus familias; son los que buscan justicia, a sus parientes en fosas clandestinas, los que quieren sacar de las cárceles a “presuntos culpables” sin sentencia, sin crimen, sin víctimas, sin defensa alguna; son los extorsionados, los que pagan “derecho de piso”.

 

En fin, es el rencor social acumulado por sexenios fraudulentos y corruptos, que se garantizaban la impunidad por la vía de la compra de votos, del arreglo de resultados, de beneficiarse de la miseria de la mayoría que ellos mismos provocaron. Y eso también hay que tenerlo presente.