NO SOMOS LO MISMO
Joaquín
Córdova Rivas
Décadas
de estar premiando conductas deshonestas, simuladoras, cínicas y corrupciones
de todos los tamaños. Nuestro sistema político, nuestra casta política —porque
de clase no tiene nada— devoraron o marginaron a sus mejores hombres y mujeres
para promover a los “disciplinados”, a los que seguían el juego y se
conformaban con las migajas que les dejaban; a destruir carreras basadas en
méritos, en conocimientos, en valores civiles y republicanos. Por eso no hay
oposición a la vista.
«Si
me limitase a adjetivar el capitalismo mexicano en el siglo veinte no hay
término más apto que capitalismo de compinches. Esto es, el capitalismo
limitado estrictamente a las relaciones entre camaradas, personas con las que
hay un tácito acuerdo para realizar transacciones comerciales por encima de
cualquier precepto moral y legal. El término conlleva implícitamente que la
índole de las relaciones comerciales entre compinches suelen obviar las leyes
que regulan dicha actividad. Muchas de esas relaciones también conllevan un
acuerdo tácito en el que los conflictos de intereses son obviados en pro de un
beneficio mutuo entre los compinches que participan en las transacciones, sin
consideración alguna por el daño moral a las partes que se ven afectadas por el
impacto de dicha actividad. El elemento que cohesiona a este tipo de
capitalismo es el desprecio de la ley y de la moral. Los acuerdos de negocio se
hacen cuantas veces sea necesario por encima de la ética y por encima de las
leyes. Lo único que importa es el beneficio mutuo, sea económico o de acceso a
mayores cotas de poder. Es el capitalismo de hampones.» Álvaro de Regil
Castilla, 2010, bibliografía completa al final.
¿De
dónde sacar un programa alternativo de nación que no se regrese como escupitajo
tirado al cielo? ¿A poco van a estar en contra de quitarle al neoliberalismo
algunas de sus características depredadoras y excluyentes que lo tienen en
crisis permanente desde hace 40 años? ¿Quién va a proponer que no exista
batalla contra la corrupción, que no se investigue a funcionarios deshonestos,
que no se permita el narco financiamiento de las estructuras electorales y
políticas? ¿Cómo negar las obras públicas que cuestan 5 veces más que su valor
real y que ni siquiera funcionan? —la refinería calderonista, las aulas
escolares, las carreteras y caminos, los hospitales y clínicas—. ¿Quién le va a
borrar a los viejitos, a los estudiantes, a los que buscan capacitarse para
tener su primer empleo, a los discapacitados, de los programas compensatorios? ¿Algún
valiente que defienda ante millones de electores el regreso de los “beneficios
fiscales” a los más ricos?
No
hay imaginación, no hay liderazgo moral, no hay personaje que represente la
posibilidad de algo mejor sin engañar cínicamente.
Y
entonces, dentro del espectro ideológico tradicional las principales críticas y
propuestas solo pueden venir de un solo lugar: la izquierda. Y a la derecha
política le queda como metáfora la de esos canes aburridos que para
entretenerse persiguen en círculos interminables, su propia cola. Es que no se
han dado cuenta que su agenda conservadora se la robó el actual gobierno y con
ella está exhibiendo sus incongruencias. Por eso utilizar la falsa “amenaza
comunista” no se la creen ni ellos.
Por
el lado de la izquierda sí hay mucho qué avanzar, son los temas que AMLO deja
continuamente de lado, que no enfrenta porque “el pueblo” no se lo ha dicho con
suficiente claridad: la agenda feminista con sus múltiples ramificaciones —contra
la penalización del aborto, contra la trata de personas, contra la pedofilia, contra
la discriminación laboral y salarial, por un mayor equilibrio en las
actividades domésticas y del cuidado de los más vulnerables (los niños, los
ancianos, los enfermos, los discapacitados).
La
agenda ambientalista y todo lo que tiene que ver con las energías “limpias” y
renovables, el acceso público a un aire limpio, al agua como derecho humano y
no como negocio, el respeto estricto a las áreas naturales protegidas y su expansión,
a reglamentaciones más específicas que eviten la rapiña y el despojo de los
fraccionadores.
Así
podríamos seguir con el resto de los temas: la salud, la educación, la
alimentación suficiente y nutritiva —contra la comida chatarra—, el acceso a la
energía e interconectividad. Pero pueden quedar para otra ocasión.
A
pesar de sus “asesores” extranjeros, la derecha mexicana no tiene camino, se lo
quitaron y no lo quiere reconocer, su última línea de defensa, a la exhibición
de sus corruptelas, a sus fracasos discursivos, a sus hipócritas llamamientos
es decirnos que todos somos lo mismo.
Que
somos igual de corruptos, igual de cínicos, igual de avariciosos, igual de
sinvergüenzas, igual de pervertidos, que ser todo eso es parte de nuestra
“naturaleza” humana y que ellos simplemente lo reconocen y lo practican, pero
que los demás también.
Ante
tal mentira es necesario marcar las diferencias, y en eso perdieron la ventaja,
y gritarles a la cara que no todos somos como ellos. Para mayor detalle e
información hay abundante bibliografía que documenta históricamente sus corruptelas,
solo hay que buscarlas.
“México
frente a la escoria ladrona” es un estudio sobre la indignante situación que
padece nuestro país. Se trata de las ilegalidades sistemáticas efectuadas por
los gobernantes en contra invariablemente de sus ciudadanías. Se trata de un
entramado institucional que establece los privilegios depredatorios para la
coalición gobernante. Se trata, inequívocamente, de una “isla despótica” que
mantiene, acentuadas, todas las lacras autoritarias e ilegales del Estado mexicano,
con efectos profundamente lesivos para el bienestar público. Como si su reloj
histórico se hubiese detenido antes de ajustarse con el de Occidente, y la hora
de la modernidad quedara en una inalcanzable promesa.» Guadalupe Lizárraga.
Periodista y escritora independiente. Prólogo al libro México frente a la
Escoria Ladrona. Dignidad o capitulación frente al secuestro de México por las
mafias político-empresariales. Álvaro de Regil Castilla. 2010. La Alianza
Global Jus Semper. Portal en red: www.jussemper.org/Inicio/Index_castellano.html
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